Aeropuerto: le voló la cabeza de un escopetazo

Una reunión familiar en el barrio Aeropuerto, una pelea y un desenlace brutal, con un hombre de 32 años agonizando con un escopetazo en la cabeza. Fuentes policiales y judiciales contaron además que, a raíz del hecho, protagonizado anteanoche, fue aprehendido el responsable. 

El incidente tuvo lugar a las 23.45 en 5 entre 93 y 94, donde se estaba celebrando una reunión familiar. Cuando la misma llegó a su fin y los presentes estaban en la vereda, pasaron dos sujetos, uno de ellos el imputado, Fabrizio Sotelo, un albañil de 25 años. Su acompañante, según refirió una testigo que participó de la reunión, les dijo “hoy va a haber bondi”, y ambos siguieron caminando. Después, la misma mujer refirió que “vio por la ventana otra vez a los dos individuos. Uno empezó a pelearse con su novio, que cayó al piso, y luego Fabrizio, que tenía una carabina, disparó dos veces al aire”. Todo empeoró cuando llegó en su auto Sergio Bermúdez, el cuñado del agredido, e intercedió en la gresca para ponerle fin. El dueño del arma “le disparó en la cabeza y corrió hacia su domicilio de 94, 5 y 5 bis”, según se desprende del acta judicial al que Trama Urbana tuvo acceso. 

Buscan el arma

Bermúdez cayó en gravísimo estado. Un móvil del destacamento Aeropuerto, al mando de José Robledo, lo trasladó al policlínico San Martín, ante la imposibilidad de aguardar por la ambulancia. Al nosocomio ingresó “en estado crítico, desesperante”, y desde Tribunales le confiaron a este medio que “presentaba fractura de cráneo y partículas de plomo en el cerebro”, mientras que personal de la Asistencia a la Víctima de la Municipalidad también indicó que el panorama es “desalentador”. 

Por su parte, Sotelo fue apresado y ayer, ante el fiscal penal Marcelo Romero, se negó a declarar. El profesional le indicó a este diario que ya pidió “la detención formal y ahora se encuentra con prisión preventiva, acusado de tentativa de homicidio agravado por el uso de arma de fuego. Varios testigos lo señalaron como el autor del disparo”. Los detectives buscaron el arma pero no pudieron dar con ella; “ahora esperamos que autoricen unos  allanamientos para encontrarla”, añadió un investigador, quien refirió que entre víctima y victimarios había “una mala relación desde hacía más de dos años”.