Asesinó a dos hombres, quemó sus cuerpos, se atrincheró en una casa y lo mató la Policía

Los cadáveres de las víctimas habían sido encontrados totalmente calcinados dentro de un auto. Horas más tarde, el sujeto fue identificado pero se resistió al arresto a los tiros y murió en la balacera

Dos hombres fueron encontrados asesinados y con sus cuerpos totalmente calcinados dentro de un auto y el autor del doble crimen se atrincheró durante varias horas en una casa, donde mantuvo a un niño y a una mujer de rehenes hasta que finalmente murió al enfrentarse con efectivos que ingresaron por la fuerza a detenerlo.

Según los investigadores, todo comenzó cuando un llamado al 911 alertó sobre la presencia de un Chevrolet Corsa que se estaba prendiendo fuego en el cruce de las calles Chubut y Magallanes, de Villa Fiorito, del lado que pertenece al partido de Lanús. Al lugar fueron convocados los bomberos que, tras combatir las llamas, hallaron los cadáveres calcinados de dos hombres que fueron identificados como Teodoro Alexis Sebastián Cáceres y Leandro Fabián Duarte.

Después del macabro hallazgo, la Policía determinó que el automóvil pertenecía a una de las víctimas, quien trabajaba como remisero en una agencia de la zona. Tras una rápida tarea de los peritos, lograron determinar que dentro del vehículo, además de los dos fallecidos, habían estado un hombre y una mujer.

"Se estableció que ese masculino iba en el asiento trasero y fue identificado como Carlos Esteban González. Fue él quien asesinó a los dos sujetos que iban adelante, luego los roció con alcohol y los prendió fuego, tras lo cual huyó", relató un vocero consultado.

Fue la femenina, que resultó ser la pareja del homicida, quien aportó los datos sobre el implicado a la Policía, por lo que de inmediato se montó un operativo en la vivienda del individuo. Sin embargo, el hombre se atrincheró en la casa, tomó como rehén al hijo de 5 años de su mujer, a su madre y le dijo a los agentes que no iba a entregarse. Según los investigadores, el hombre disparó alrededor de ocho tiros contra los oficiales e hirió a uno de ellos, hasta que finalmente fue muerto por los efectivos.

El asaltante abatido, de 30 años, tenía numerosos antecedentes por robo y los investigadores indicaron que uno de los hombres a los que ejecutó sería hijo de un asaltante con el que mantenía una antigua disputa por el mal reparto de un botín. "Quiso cobrarse una vieja deuda familiar”, aseveraron desde la fuerza.