City Bell, tierra de nadie ante la reiteración de hechos delictivos
Una familia del barrio Savoia sufrió un escruche en su casa. En tanto, dos viviendas recibieron la visita de los hampones por segunda vez en menos un día.
Sin dudas, City Bell vive la ola de inseguridad más grande de su historia. Ahora, una familia sufrió un robo en su casa, que fue desvalijada. Mientras que otras dos recibieron la visita de los hampones, dos veces en 24 horas.
Uno de los casos tuvo lugar en un domicilio del barrio Savoia, a escasos metros del centro de la localidad. Los hampones ganaron el interior de la vivienda cuando en la misma no había nadie, a las 13 del viernes. Una vez adentro, la recorrieron y se apoderaron de diferentes elementos de valor, además del dinero que había en el lugar. “Nos robaron con total impunidad. La Policía dice que los busca pero nada. Qué triste todo, los barrios son tierra de nadie”, se resignó la dueña del lugar.
Al enterare de lo sucedido, vecinos mostraron su descontento por lo ocurrido.“La situación general es triste, pero me da más impotencia que City Bell se haya convertido en esto”, dijo un residente del barrio. Otro expuso: “La Policía no puede hacer nada porque son cómplices, viven de lo que recaudan ahí, forma parte de su sueldo”, mientras que un tercero sentenció que los integrantes de la fuerza “se quedan con lo robado”.
No está de más aclarar que los involucrados en el ilícito se dieron a la fuga con el botín y no hay dato alguno para dar con ellos. “En City Bell cambian los comisarios, los echan cada tres meses pero todo sigue igual: proliferación de entraderas y asaltos de todo tipo. Como si fuese poco, te desalientan para radicar la denuncia, haciéndote esperar en la comisaría cuatro, cinco y hasta seis horas”, denuncian los vecinos.
En tanto, sujetos desconocidos intentaron ingresar dos veces en menos de un día a dos propiedades linderas de 473 entre 132 y 132 bis. En la primera ocasión, se dieron a la fuga porque sonó la alarma perimetral; mientras que en la segunda, que tuvo lugar ayer a la noche, escaparon gracias a los perros, que los espantaron. “La zona está liberada”, denunciaron los lugareños.
Un repartidor, otra víctima
En otro episodio delictivo que tuvo lugar la noche del viernes, un repartidor fue sorprendido por dos motochorros en 23 y 69. A punta de pistola, le quitaron la recaudación y su celular, para escapar luego a toda velocidad por la calle 22 y hacia la avenida 72. Analizan las cámaras de seguridad para intentar capturarlos.