Comenzó juicio a motochorro por asalto e intento de homicidio

El hecho ocurrió en 2014 en el barrio Aeropuerto, a manos de dos sujetos, uno de los cuales logró huir. Le gatillaron dos veces a la víctima pero la bala no salió

El Tribunal Oral en lo Criminal nº 2 de La Plata comenzó el juicio a Gastón Braga (23), acusado de robar a mano armada e intentar asesinar a una pareja en agosto de 2014 en la zona de barrio Aeropuerto. 

Según los alegatos de apertura de la fiscal Silvina Langone, el hecho ocurrió el 28 de agosto alrededor de las 18, cuando Víctor Sánchez Ruíz Díaz y su esposa, Josefina Arrua, iban a bordo de una motocicleta. En calle 13 entre 83 y 84, fueron interceptados por dos sujetos que también iban en una moto, marca Honda.  

“Salía de mi trabajo, ubicado en 60 y 15, estaba yendo para mi casa en barrio Aeropuerto en una moto, y por calle 83 me interceptaron dos hombres, me apuntaron con un arma para que les dé el ciclomotor y cuando intenté escapar me gatillaron dos o tres veces. Entonces paré y me robaron”, contó Ruíz Díaz ante los jueces Liliana Torrisi, Silvia Hoerr y Claudio Bernard.

En este marco, la víctima recordó que “un hombre que estaba viendo lo sucedido pudo reducir a uno de los delincuentes”, mientras que el restante logró huir. Luego llegaron al lugar efectivos policiales, quienes lo auxiliaron a él y a su mujer, y agarraron el revólver que quedó en el asfalto. 

Ruíz Díaz comentó que se había dado cuenta de que lo seguían pero “no pensó que iba a ocurrir lo que pasó”. Observó que el ladrón que tenía el arma era el mismo que manejaba el rodado, y a pesar de que los malvivientes usaban capucha logró verles el rostro, por lo cual pudo identificar a Braga como uno de implicados. 

El damnificado comentó que cuando los delincuentes los alcanzaron a él y a su esposa, el acusado le dijo: “Entregame la moto o te pego un tiro”. Tras ser arrestado, a Braga le encontraron en su poder una bolsita de marihuana y tarjetas de crédito que no estaban a su nombre. 

Por su parte, el abogado del imputado, Julio Beley, sostuvo que su defendido se encontraba bajo efectos de alguna droga, y por ello no pudo comprender la criminalidad de sus actos.