Desquiciado arrojó una bomba molotov a una iglesia en San Luís mientras daban la misa

Se trata de Francisco Zuñiga, de nacionalidad chilena, quien fue aprehendido el martes a la noche, como el presunto autor del atentado, que no produjo víctimas entre los y las fieles que en el momento se encontraban participando de la tradicional misa de la tarde y sólo registro algunos daños materiales en el edificio.

Al respecto, el Fiscal, Francisco Assad confirmó en declaraciones a la prensa de esa ciudad que se había "dictado una orden captura, por lo que se le ofició a distintas dependencias policiales del país" ya que contaban con el dato sobre su pasaje "por el puesto La Horqueta".

A través de la vinculación con la Comisaría 8ª con la Policía de Mendoza se puso en conocimiento de que esta persona estaría en Malargüe y dieron con él, por lo que se están haciendo los trámites para la extradición desde Mendoza a Villa Mercedes", explicó Assad.

Según agregó el fiscal, "no hay indicios de que el accionar del sospechoso haya sido como consecuencia de una discusión con el sacerdote de la parroquia afectada".

"El móvil es tarea de investigación pero no puede ser una conducta racional, ya que puso en peligro a muchas personas, por el horario en que cometió el hecho y el medio empleado", explicó el funcionario judicial.

"Es en lo que nos centramos, en la acción y los potenciales daños que pudieron haber ocurrido, tanto en las cuestiones edilicias como también en las personas que estaban dentro y fuera de la iglesia", aclaró Assad y agregó que se debe tener en cuenta que el hombre "realizó el traslado de un material explosivo, fabricado previamente a los fines de ser arrojado".

No se sabe exactamente si las intenciones de Zuñiga eran cruzar la frontera hacia Chile o si simplemente reside en tierra mendocina.

Todavía los motivos que lo llevaron a atentar con el templo religioso siguen en investigación y no se descarta que pueda tratarse de una cuestión ideológica.

El hecho se produjo el último domingo en momentos en que se celebraba la misa de las 20 y la iglesia estaba repleta de personas, cuando el agresor arrojó contra una pared lateral, a pocos centímetros de una puerta, una bomba de fabricación casera.