El crimen de Lola: la reconstrucción

Los investigadores del homicidio de la adolescente argentina asesinada en el balneario uruguayo de Valizas determinaron que caminó casi 5 kilómetros desde la casa hasta el sector de la playa donde la vieron con vida por última vez

Como un fatídico rompecabezas, los detectives del crimen de Lola Chomnalez, la adolescente argentina asesinada a fines de diciembre pasado en el balneario uruguayo Barra de Valizas, realizaron ayer la reconstrucción del camino que hizo la víctima antes de morir.

La medida se llevó a cabo durante varias horas por orden de la jueza Penal del Departamento de Rocha, Uruguay, Silvia Urioste; y de la misma participaron la fiscal de la causa, Gabriela Sierra; peritos policiales; el abogado de la familia de Lola, Jorge Barrera; y los testigos que vieron a la chica antes de que esta desapareciera.

En la diligencia se determinó que la adolescente caminó casi cinco kilómetros desde la casa de su madrina, adonde había ido a pasar unos días de vacaciones, hasta el sector de la playa donde la vieron con vida por última vez.

La magistrada se hizo cargo del expediente el martes de la semana pasada en lugar de su colega Marcela López, quien estaba de turno durante la feria judicial y, luego, pidió licencia por temas médicos.

Urioste, quien es la titular del Juzgado Penal de Rocha en el que recayó la causa, busca nuevas pistas sobre el crimen, por el que hubo 10 personas detenidas e indagadas por la jueza López y luego liberadas.

Entre los detenidos estuvieron la madrina de Lola, Claudia Fernández; y la pareja de ésta, Hernán Tuzinkevich; y un albañil apodado "Conejo", cuyo rostro se parecía inicialmente a un identikit elaborado por testigos que vieron a un sospechoso en el lugar del hecho.

Sin embargo, estos testigos no pudieron identificar al apresado en rueda de reconocimiento y el albañil fue liberado ya que los pesquisas no hallaron otras evidencias en su contra.

En tanto, un día después de que asumió la nueva jueza, personal policial encontró la mochila color rosa de Lola enterrada en la arena en proximidades al lugar donde había sido hallado el cadáver de la víctima.

En el interior del bolso, los pesquisas hallaron un libro, un pareo, la billetera de Lola con sus documentos pero no el dinero en efectivo que su familia dijo que llevaba consigo, y todos estos elementos fueron enviados a los laboratorios de la Policía Científica de Montevideo para buscar rastros del asesino.

En tanto, los investigadores continúan con la búsqueda del arma blanca utilizada por el homicida para herir a Lola en distintas partes del cuerpo.