El penitenciario atacado fue dado de alta

Se mantuvo un día internado, con profundos cortes en la cabeza y en el cuello. Había sido atacado con palos y facas por un grupo de reclusos, dentro de la Unidad 45 de Romero 

Maximiliano Ríos, personal del Servicio Penitenciario Bonaerense abocado a cumplir tareas en la Unidad 45 de Melchor Romero, fue dado de alta tras haber estado un día en el Hospital Italiano  luego del brutal ataque recibido anteayer por al menos siete internos dentro de uno de los pabellones de la cárcel, informaron fuentes policiales.

“Tiene lesiones en varias partes del cuerpo, heridas en los brazos, las piernas y la cara, pero lo que más comprometió su salud fue un corte profundo en su cabeza, de cuatro centímetros, y en la nuca”, le contó a Trama Urbana un colega suyo, haciendo referencia al jefe de la requisa del penal, quien se llevó la peor parte. En tanto, una calificada fuente mencionó que el hombre fue sorprendido “con un palo al abrir la puerta”.

Ríos abandonó el nosocomio junto a otros seis compañeros suyos, quienes -como adelantó de manera exclusiva este medio en su edición anterior- habían sido derivados allí tras el ataque. 

 Ataque despiadado

Como se informó, el hecho se inició cerca de las 11 del miércoles en la Unidad emplazada en 520 y 176, cuando seis encargados de la seguridad, junto a Ríos, fueron hacia la celda seis del pabellón ocho, donde abrieron la puerta con el fin de llevar a cabo una requisa. Los reclusos que estaban adentro, al menos siete, los estaban esperando con “facas y con palos”, impidiéndoles llevar adelante su trabajo. “Los presos no aceptan las requisas porque suelen tener escondidas cosas prohibidas, como armas caseras o drogas”, le comentó a este medio un investigador. Un segundo añadió que los retenidos “se les abalanzaron y comenzaron a agredirlos”. 

Personal del penal le contó a este diario que “incluso llegaron a tomar a dos de los penitenciarios como rehenes”, y que la situación en un momento se salió tanto de control que “hasta tuvo que intervenir un helicóptero de la fuerza y la división canes, para que se logre establecer el control”. 

Por su parte, siete detenidos también debieron ser trasladados al Hospital, aunque en este caso al Alejandro Korn. Sus vidas no corren peligro y, de hecho, ya fueron dados de alto y reinsertados en otras cárceles.

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