Golpean a una mujer durante una entradera en Los Hornos

La inseguridad golpea a los vecinos de la región y en las últimas horas se conoció que una residente de la localidad de Los Hornos fue víctima de una entradera por parte de al menos dos delincuentes, quienes la sorprendieron en la puerta de su domicilio y la obligaron a ingresar por la fuerza.

Fuentes consultadas por este multimedio indicaron que todo sucedió el viernes por la noche, aunque se conoció recién ayer por la mañana, y tuvo lugar en un inmueble de la zona de 62 y 140, a muy pocos metros de un establecimiento educativo.

Faltaban unos minutos para las 23, cuando unos individuos que se desplazaban en un automóvil tomaron por sorpresa a la mujer y la obligaron a ingresar nuevamente a la propiedad. Ya en el interior, siguió la pesadilla, ya que le dieron un fuerte culatazo en la cabeza.

Con la situación controlada y la víctima aterrorizada, los maleantes comenzaron a recorrer cada rincón del inmueble, haciéndose con todo lo que encontraban a su paso. De esta manera, se hicieron con dinero en efectivo (cuya suma no trascendió) y varios elementos de valor.

Ya con el botín en su poder, los cacos regresaron al coche en el que llegaron y escaparon a toda velocidad, mientras que la damnificada lograba comunicarse al 911 y dar aviso a la Policía. No obstante, a pesar de realizar una búsqueda, los uniformados no pudieron dar con los ladrones, que seguían prófugos al cierre de esta edición.

De todas formas, miembros de la Policía Científica realizaron peritajes en la propiedad asaltada y en las cámaras de seguridad de las inmediaciones, logrando descubrir que una de ellas había captado a los hampones en el momento en el que se daban a la fuga.

“Hasta el momento solo sabemos que se desplazaban en un Peugeot 308 de color blanco con el techo negro”, detalló una fuente consultada por diario Hoy, aunque no dio mayores detalles sobre la investigación.

Por último, en lo que respecta a la víctima, trascendió que recibió la atención médica necesaria y que se constató que sus heridas no ponían en riesgo su salud o su integridad física.