La Cámara debe resolver si eleva a juicio la causa por la muerte de “Lolo” Regueiro

Hay cinco imputados por los hechos ocurridos el 6 de octubre de 2022 en el Bosque. El rol de la Policía Bonaerense en la represión.

La Cámara de Apelaciones y Garantías en lo Penal de La Plata deberá resolver si confirma la decisión del juez Agustín Crispo, quien había elevado a juicio la causa en la que se investigó la muerte de César “Lolo” Regueiro (57), ocurrida en la noche del 6 de octubre de 2022 en el marco del partido que disputaron los clubes Gimnasia y Esgrima La Plata y Boca Juniors por la Liga Profesional.

El 19 de abril pasado, el fiscal Juan Menucci solicitó que los acusados, Eduardo Aparicio, titular de la Agencia Provincial contra la Violencia en Espectáculos Deportivos (Aprevide), el expresidente del Lobo, Gabriel Pellegrino; el ahora excomisario Juan Manuel Gorbarán (a cargo del operativo de seguridad) y Sebastián Perea, actualmente extitular de la Jefatura Departamental de La Plata, fueran sometidos a juicio oral por el delito de “estrago culposo”.

También está imputado por “lesiones calificadas” el oficial Nahuel Falcón, quien le disparó tres veces al camarógrafo de TyC Sports, Fernando Rivera, mientras este cubría la represión de la Policía Bonaerense a los hinchas de Gimnasia. Sin embargo, los abogados de los acusados se opusieron al debate oral y pidieron el sobreseimiento de sus defendidos. El juez Crispo rechazó todos los requerimientos, por lo cual los defensores apelaron esa resolución.

Sin control

Según la investigación, la Bonaerense usó sin control gases lacrimógenos y disparó 400 postas de goma contra los hinchas. Además de la muerte de Regueiro, hubo varios heridos y lesionados, incluso un hombre perdió un ojo a raíz de los disparos.

El 6 de octubre, “Lolo” había llevado a la cancha a sus nietos. Esa noche, cientos de personas pugnaban por ingresar al estadio del Bosque, pero las puertas estaban cerradas porque su capacidad estaba casi colmada. En ese marco, comenzaron algunos disturbios y la Policía respondió con gases lacrimógenos y balas de goma. Por efecto del viento, los gases ingresaron al estadio y el partido fue suspendido.

La capacidad del estadio y la cantidad de gente que había esa noche intentando ingresar generaron sospechas en los investigadores, por lo que se abrió una causa paralela para determinar si hubo sobreventa de entradas.

Del operativo de seguridad en el estadio tomaron parte 320 efectivos policiales. Tras la represión, la Policía Bonaerense fue desplazada de la investigación. En su lugar, arribaron expertos de la Policía Federal Argentina que levantaron, según el expediente, “450 vainas servidas de cartuchos antitumultos”.

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