Ladrones ingresaron a un club de Romero
Atacaron en Romerense, ubicado en 517 y 167. Además de llevarse elementos de valor, causaron destrozos. La Policía todavía no logró dar con los implicados, que permanecen prófugos.
DesalmadosEl jubilado declaró: “me revolvieron todo y me pegaron un culatazo. Me dejaron todo patas para arriba”.
30/04/2021 - 00:00hs
Un anciano de 86 años fue golpeado salvajemente mientras dormía por delincuentes encapuchados que ingresaron a robar a su casa, informaron ayer fuentes policiales.
Además de atacarlo a trompadas, lo amenazaron con un arma de fuego y lo ataron con cinta de embalar, para luego escapar con varios objetos de valor.
El violento episodio tuvo lugar durante la madrugada de ayer en una vivienda de la localidad bonaerense de San Antonio de Padua, a la que los malvivientes entraron luego de trepar un muro y romper una ventana. Una vez que ganaron el interior, uno de los cuatro sujetos despertó a la víctima de un culatazo en la cabeza.
Luego de levantarlo, los hampones lo ataron con la cinta y continuaron golpeándolo para que les dijera dónde tenía dinero.
Mientras tanto, recorrieron todos los rincones del domicilio, en un asalto que duró más de dos horas y en las cuales el hombre estuvo a merced de la crueldad de los cacos.
Finalmente, tras alzarse con varios elementos de valor que encontraron en el interior de la propiedad, los cuatro implicados huyeron rápidamente sin ser identificados. Sin embargo, no se conformaron con lo sustraído y se dirigieron hasta un local comercial ubicado justo en el frente de la vivienda, que está alquilado y donde funciona un almacén.
El negocio tenía las persianas bajas, por lo que los sujetos rompieron la puerta para poder ingresar y se dirigieron directamente hasta el lugar en donde estaba la caja registradora.
Allí se alzaron con dinero en efectivo, algunas bebidas alcohólicas, cigarrillos y otros productos, para luego darse definitivamente a la fuga.
Sobre el asalto que sufrió en su inmueble, el jubilado declaró. “Me revolvieron todo y me pegaron un culatazo. Me dejaron todo patas para arriba”. Y explicó: “Me quemaron también la mano y en la cabeza tengo moretones. Los delincuentes entraron y yo sentí ruidos y vi una luz prendida cuando estaba en la cama. No se puede vivir tranquilo”.