Inseguridad sin freno: ¿qué pasa en City Bell?

En las últimas semanas se registraron gravísimos sucesos, todos impunes. Además, un ladrón se escapó de la comisaría de la zona.

Los vecinos de City Bell, históricamente una de las localidades más tranquilas de La Plata, se encuentran conmovidos por la seguidilla de robos que se registró en el último tiempo, pero, más allá de eso, están dolidos e indignados por la actuación policial, ya que consideran que no hacen nada, y hasta se animaron a decir que trabajan para los delincuentes, “en connivencia” con ellos.

Una batería de atracos de todo tipo, tanto entraderas como ataques callejeros, hurtos y escruches, sacudió al poblado ubicado en el sector norte, y por ninguno de los casos los agentes de la Fuerza pudieron dar con los responsables.

“Antes vivir acá era sinónimo de tranquilidad y paz. Muchos se vinieron para acá justamente porque no pasaba nada y se vivía seguro. Ahora eso cambió y no hay un día que no nos enteremos de algo grave”, relataron a este medio.

Robos y robos

Como Trama Urbana viene publicado en sus diferentes ediciones, los ladrones tomaron como punto a City Bell, aprovechando la escasa respuesta policial. De esta manera, a plena luz del día, sujetos desconocidos ingresaron a una casa de 454 entre 28 bis y 29 y se apoderaron de nada menos que los dos millones y medio de pesos que las víctimas tenían ahorradas, en diferentes monedas extranjeras. Además, les sacaron un iPhone, una consola Xbox 360, un reloj, un termo, zapatillas, bebidas alcohólicas, electrodomésticos y hasta un juego de mate.

A un jubilado que descansaba en su domicilio de 476 entre 7 y 8 también lo despojaron de todos sus bienes durante la madrugada, sin que él lo detectara. Como en el episodio anterior, nada se sabe de los implicados, quienes permanecen prófugos.

Algo similar le pasó a un numerario de la Policía de la Ciudad, que salió con su familia a pasear y cuando regresó notó que se habían metido en la intimidad de su hogar y le habían quitado todo.

Dos casos increíbles

Como si fuese poco, ahora se registraron otros dos casos extremos que pusieron otra vez el foco en el nulo accionar del personal de la comisaría Décima, con jurisdicción en la zona.

Por un lado, un reo huyó delante de las propias narices de los agentes, mientras estaba encerrado en un calabozo. El sujeto había sido demorado tras sufrir un accidente mientras conducía una moto Mondial Max por 14 C entre 471 y 472. Chocó contra un Renault Clio y culminó con heridas menores, pero se detectó que el rodado en el que circulaba tenía un pedido de secuestro activo por hurto.

Ante eso, lo trasladaron a la comisaría Décima a la espera de ser indagado por la fiscalía penal en turno, pero en un burdo descuido se escapó por una puerta lateral. Afortunadamente, luego fue recapturado.

A su vez, a una oficial de 33 años que trabaja en esa dependencia le sustrajeron la bicicleta con la que anda todos los días. La dejó en el patio trasero de la comisaría y cuando terminó su turno, a las 20, descubrió que se la habían robado

Recordemos que semanas atrás detuvieron a un oficial de esa dependencia por un caso de coima, mientras que el titular fue removido.

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