Podría avanzar a una acusación más grave como la de abandono de persona u homicidio con dolo eventual.
Una diez historias clínicas sobre los últimos años de Diego Armando Maradona serán analizadas durante dos o tres semanas por la Junta Médica que por orden de la Justicia comenzará a trabajar este lunes.
Médicos de distintas especialidades, constituidos en peritos oficiales y de parte, examinarán las historias clínicas que abarcan los últimos 20 años de historia clínica de Maradona.
La revisión irá desde aquel 2000 en que Maradona fue internado en la clínica Fleni, cuya historia clínica forma parte de las 10 que examinarán los médicos, hasta su muerte en el barrio privado de Tigre en lo que fue, según la Justicia, una internación domiciliaria deplorable.
Junto con las historias clínicas, los médicos también analizarán la declaración de testigos, el informe de la autopsia, el de policía científica, y hasta los mensajes de los teléfonos que se extrajeron de los médicos Leopoldo Luque y Agustina Cosachov, entre otros.
Son 20 cuerpos de los cuales tendrán en copia digital los integrantes de la Junta que no tienen obligación de firmar junto con los de parte, un informe unánime.
La Junta tendrá médicos legistas, de cardiología, de psiquiatría, de toxicología, nefrología, hepatología, sumado a los que designó la defensa de Luque, Cosachov, la de la médica imputada Nancy Forlini, la del psicólogo Carlos Díaz, y los que fijó las dos hijas de Maradona Dalma y Gianinna.
Los médicos, según lo que estipulan los fiscales, trabajarán por las próximas dos o tres semanas, tras lo cual se prevé arranquen las primeras indagatorias siempre y cuando dependiendo de los resultados.
Mientras tanto, los fiscales en los próximos días tendrán toda la información de los dos teléfonos que utilizaba Maradona, y que fueron encontrados junto a la mesa de luz de la habitación donde falleció ese 25 de noviembre.
La causa tiene un total de siete imputados acusados de homicidio culposo pero debido a una serie de pruebas de los últimos días, podría avanzar a una acusación más grave como la de abandono de persona o homicidio con dolo eventual.