Masacre en el penal de Magdalena: declararon bomberos voluntarios

Un testigo dijo que uno de sus compañeros fue agredido y que ingresaron dos veces a la cárcel para apagar el fuego

En el marco del juicio que se les sigue a 17 oficiales del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), acusados de abandono seguido de muerte de 33 presos en un pabellón de la cárcel de Magdalena en 2005, declararon más bomberos voluntarios que apagaron el incendio. 

Uno de ellos, que compareció ayer ante el Tribunal Oral en lo Criminal nº 5 de La Plata comentó: “Llegué en el móvil 2 hasta la entrada del penal y la gente del SPB abrió el portón. Me quedé en el ingreso porque se me empañaron los anteojos y no podía ver nada”. Además agregó que asistieron tres dotaciones a la cárcel. 

También recordó que, tras apagar el fuego, el jefe del móvil dio la orden de que se retiraran y, unos minutos después, les dijo que ingresaran nuevamente al penal. “Había gente por todos lados, los penitenciarios estaban ahí, parados”, señaló, aunque sin poder dar detalles debido a los doce años que transcurrieron desde aquel trágico 15 de octubre de 2005.

En este sentido, comentó que uno de los internos le arrojó un palo a un compañero suyo y  que algunos de los detenidos les sacaron varios elementos de trabajo, como las máscaras. 

En tanto, el martes último, prestaron declaración bomberos de otras unidades aunque no brindaron precisiones sobre el hecho. Durante las primeras semanas del extenso juicio comenzado a mediados de agosto declararon internos de las distintas unidades del penal. Uno de ellos comentó que “se escuchó una pelea entre los muchachos. Cuando desperté, los del módulo 15 rompieron las puertas y fui uno de los primeros en salir. Éramos casi 50 personas en el pabellón y 16 salimos por el fondo, arrastrándonos por el piso”.

En tanto, otro de los presos dio detalles escalofriantes, al mencionar que no sabían que sus compañeros “estaban muertos; pensábamos que estaban desmayados. Cuando los agarrábamos para sacarlos del pabellón nos quedábamos con trozos de piel, se les salía como si fuera un pedazo de ropa”. 

Una declaración que llamó la atención fue la de un testigo, quien reveló que los jefes de la Unidad 42 le habían advertido que no hablara porque eran amigos de los imputados.

Noticias Relacionadas