Pelea y tiroteo en 120 y 50

Dos grupos que arrastraban problemas de vieja data resolvieron sus diferencias a los tiros. La Policía fue atacada al intervenir y también debió enfrentarse con ellos. Hay cinco aprehendidos, entre ellos un penitenciario

Una verdadera batahola se produjo en las últimas horas en inmediaciones de la Facultad de Psicología cuando, en circunstancias todavía no del todo claras, comenzaron a pelearse dos grandes grupos de personas, que dirimieron sus diferencias a disparos, anunciaron ayer fuentes policiales.

Eran aproximadamente las 11 del sábado cuando los vecinos de 120 y 50 perdieron la tranquilidad. Según reportó un pesquisa ante Trama Urbana, todo se habría originado por una posible tentativa de usurpación de unas tierras del lugar, aunque los lugareños le dijeron a este medio que, en realidad, se trató de una pelea entre individuos que arrastran viejos problemas. Lo cierto es que ninguna de las dos partes dudó en solucionar la gresca mediante la utilización de armas de fuego, por lo que “sacaron varias y comenzaron a los tiros”, según graficó un agente de la fuerza. 

“Fueron varios los disparos, de ambos bandos”, continuó el vocero, quien a su vez relató que, al menos hasta el cierre de esta edición, no se habían reportado ingresos a hospitales producto de heridas de arma de fuego, aunque se estaba investigando. 

Un fugado 

Suscitado el conflicto, un llamado al 911 alertó a la fuerza y varios móviles del Comando de Patrullas, coordinado por Ricardo Astopini, se dirigieron al lugar, donde constataron los hechos. No fueron bien recibidos, por lo que debieron pedir refuerzos. “Se nos abalanzaron y tuvimos que responder a la agresión”, sentenció un uniformado. 

Finalmente, pudieron dominar la situación y atrapar a cinco de los revoltosos: un hombre de 44 años, dos albañiles de 22 y 46, un empleado del Servicio Penitenciario Bonaerense, también de 46, y un empleado de 22. En tanto, un individuo armado se dio a la fuga a las corridas hacia la zona de 122. Llevaba una remera roja y bermudas, y aún no se pudo dar con él. 

Se terminó incautando una escopeta calibre .22, dos vainas servidas del mismo calibre, tres proyectiles intactos del .22 y cinco vainas servidas de nueve milímetros.  

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