Secuestraron a un árbitro de futsal de AFA y lo tuvieron seis horas encerrado en un baúl

Unas seis horas y unos 58 kilómetros que se sintieron eternos fue lo que duró la pesadilla de Lucas Cueto Viñas, el árbitro de futsal de 38 años que volvía a su casa el domingo a la noche y en el camino se cruzó con una banda de secuestradores.

Había terminado de dirigir un encuentro de la segunda división entre Deportivo Hurlingham y Club Alvear. Alcanzó a un compañero hasta su casa y cuando circulaba con su auto Peugeot 307 por la localidad de San Antonio de Padua, en el partido de Merlo, lo interceptaron. Se movían en un auto y una moto.

Lo subieron por la fuerza al vehículo y con su teléfono celular hicieron el primer llamado extorsivo. "Andá preparando la plata", escuchó la víctima que decían. El destinatario era su hermano. A ese le siguieron por lo menos otros 10 llamados y entonces fue cuando llegaron a la zona de Moreno. Fue el último contacto que tuvo con el exterior.

Lo esposaron, le pusieron precintos en los pies y lo encerraron en el baúl. Aunque sabía que se seguían moviendo ya no podía escuchar nada de lo que decían ni orientarse en dónde estaba. Así lo encontró la policía seis horas después, pidiendo auxilio y todavía encerrado, en Carlos Keen, a unos 60 kilómetros de su casa.

Un vecino que vio movimientos raros y el auto abandonado fue el que dio aviso al 911. Lo habían liberado, sin haberle robado nada y sin concretar tampoco el cobro de un rescate. La causa quedó a cargo de la fiscalía de Mercedes.

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