Sigue creciendo la ola de robos y los ladrones no encuentran límites

La ola delictiva que golpea a la región no para de crecer y los ladrones no tienen ningún tipo de escrúpulos a la hora de cometer los robos, sintiéndose impunes por las zonas liberadas en nuestra ciudad y sus alrededores.

En las últimas horas, se produjeron distintos episodios en los que desconocidos se llevaron varios rodados desde adentro de las casas y hasta de la planta de la VTV. En este último caso, un empleado denunció que se llevaron su motocicleta desde el interior del predio donde funciona la Verificación Técnica Vehicular, en un hecho ocurrido durante la mañana de ayer, en momentos en los que el lugar estaba repleto de personas que habían asistido con sus coches a realizar el trámite correspondiente.

Si bien se desconoce hasta el momento cómo fue que sucedió todo, lo que se sabe es que unas horas después de que la víctima ingresara a trabajar y en un momento de descuido, un malviviente entró al sitio y se llevó el ciclomotor sin despertar ningún tipo de sospechas, ni siquiera de los efectivos de seguridad que custodian el lugar.

Por otro lado, en la zona de la plaza Malvinas, se produjo una situación de características parecidas, cuando durante la madrugada, entre las 3 y las 5, desconocidos se metieron en un departamento ubicado en un primer piso que da a la avenida 51, escaparon con tres bicicletas que pertenecen a las víctimas y no dejaron ningún tipo de rastro.

Uno de los rodados es marca Fire Bird de color oscuro con tintes rosas, mientras que otro es de color negro con detalles azules. Pero, como si todo esto fuera poco, se llevaron un monopatín eléctrico de altísimo valor, que también estaba en el interior del inmueble y que tiene la particularidad de que es más pequeño y sus ruedas son más gruesas.

Las motos también son el objetivo de los ladrones

Con el mismo modus operandi, dos vecinos de Berisso también sufrieron un robo en circunstancias parecidas, cuando durante la madrugada los ladrones se llevaron una motocicleta que estaba guardada en el garaje de una casa ubicada en 61 entre 18 y 19, a escasos metros de la plaza Hipólito Yrigoyen.

Debido a que el rodado no estaba visible, las víctimas creen que los delincuentes tenían el objetivo marcado y ya sabían que se encontraba en ese lugar. A la vez, sospechan que alguna persona podría haberles brindado el dato preciso para que puedan sustraerla.