Sigue el ciclo delictivo en la ciudad y robaron otro colegio

En un hecho que ha causado enojo en Arturo Seguí, la Escuela n° 32 fue objeto de un robo durante la madrugada de este martes. Un grupo de delincuentes ingresó al predio educativo, ubicado en diagonal 144, entre 414 bis y 415, y se llevaron dinero y elementos de valor.

Según fuentes policiales, los cacos irrumpieron en la escuela a por los techos y se llevaron una suma considerable de dinero, que ascendió a $70.000 pesos, y 10 computadoras, todas pertenecientes a la cooperadora escolar.

La escuela, que ya enfrentaba desafíos económicos, se ve ahora en una situación aún más complicada debido a la falta de recursos para reemplazar el equipo sustraído. La ausencia de estas herramientas tecnológicas afectará el desarrollo académico y la calidad de la educación que se brinda a los estudiantes.

La denuncia del robo ha sido realizada en la comisaría local, donde las autoridades han iniciado una investigación para dar con los responsables del delito. Sin embargo, la comunidad educativa y los vecinos temen que la falta de recursos y el impacto del robo puedan prolongar la crisis en la institución.

El caso del Jardín de Infantes N° 912

Un insólito episodio ocurrió en la localidad platense de Altos de San Lorenzo, donde parte de la comunidad educativa llevó a cabo una manifestación para exigir el avance de las obras en una institución y, cuando llegaron, se encontraron con un delincuente que estaba escapando desde dentro de las instalaciones.

El hecho ocurrió en el Jardín de Infantes n° 912 Dr. Ricardo Gutiérrez, ubicado en la zona de la calle 77, entre 131 y 132. Debido a una serie de reformas estructurales que se están encarando desde hace alrededor de tres años, las clases se dictan en containers prestados por la Escuela n° 22, que se encuentra a pocas cuadras de allí.

Teniendo en cuenta esta realidad, un grupo de madres y padres de los pequeños que asisten allí se dirigió durante la mañana de ayer a la puerta de la obra para reclamar su finalización, pero además también exigían por mayor seguridad.

Ante esta situación, las mamás y los papás que estaban allí retuvieron al implicado, quien se excusó diciendo que en realidad no había entrado a robar, sino que iba a dormir al lugar y que las herramientas que tenía en su poder pertenecían a otra obra. Enseguida el sujeto se tornó hostil y comenzó a insultar a los presentes, por lo que no pudieron seguir interrogándolo y finalmente escapó corriendo.