Ya es costumbre para los vecinos de Santa Ana codearse con la muerte

Los frentistas de este barrio de Melchor Romero están preocupados por la creciente ola delictiva. Además de los crímenes registrados durante el año, que dejaron víctimas fatales y parapléjicas, en las ultimas horas hubo dos asesinatos.

Mientras las autoridades policiales buscan resolver el asesinato de Martín Ricardo Barboza (17), ultimado de una puñalada en el pecho la noche del miércoles en el barrio Santa Ana, los vecinos de ese sector de Melchor Romero mostraron su profunda preocupación por la creciente ola delictiva y criminal en la zona.

Cabe recordar que lo sucedido con el menor en 155 y 528 no se trató de un caso aislado ni mucho menos. De hecho, el martes tres personas habían ingresado a los tiros a una casa ubicada a 200 metros de allí, ataque que fue repelido por los dos hermanos que estaban dentro. El resultado fue un hombre acribillado de tres disparos en la cara y otros dos heridos (a machetazos y tiros).

No muy atrás en el tiempo (en julio), una horda de criminales entró a la fuerza a una vivienda de 526 entre 155 y 156 y abrió fuego contra los presentes, dejando parapléjica a una chica de 19 años tras recibir tres balazos, mientras que en mayo Micaela Martínez (18) falleció al ser baleado en confusas circunstancias, aún no resueltas, en 157 y 526. Se habló de un proyectil perdido, de un ajuste de cuentas y también de que asesinaron a la persona equivocada.

Frentistas, con miedo

“No podés salir a la calle por Santa Ana. Aparecen tiros de cualquier lado y a cualquier hora. La Policía no tiene la culpa de la sociedad que hay. La misma gente les tira piedras si vienen a cubrir una denuncia”, se lamentó un vecino del área, quien pidió no divulgar su identidad “por miedo”, como la mayoría. Otro fue más allá y pidió la “inmediata intervención de Gendarmería en el lugar. Ya no da para más la situación. Pobres las personas que de verdad trabajan y tienen que convivir con esta clase de malvivientes”.

Un tercero indicó que poco antes del homicidio de Barboza ya se venían registrando incidentes: “Un rato antes que le suceda eso a ese chico, pasé con el auto, junto a mi mujer y mis hijos, y tuve que frenar y hacer marcha atrás dos cuadras a toda velocidad, porque unos 20 pibes estaban en medio de la calle y nos empezaron a correr. Es un desastre esa zona. En 155 y 528, de noche, sos carnada. No pasa ni un patrullero”.

En ese mismo sentido, un frentista dijo: “Ya se venía aconsejando no pasar por esa calle porque estaban cascoteando autos para robarles. Ya con el crimen, les tiraron piedras a la ambulancia que había ido a asistir a la víctima y tuvo que irse. Después pasó lo mismo con la Policía”.

Por último, un vecino le contó a Trama Urbana que “esta es otra pandemia de la que nadie se da cuenta. Todos los días matan a alguien en ese barrio. Es un desastre y la zona está liberada para la venta de drogas”.

La investigación

En cuanto a la investigación en sí para dar con el asesino de Barboza, los pesquisas investigan lo sucedido a través de los testimonios de sus allegados. “Creemos que saben lo que pasó pero no se animan a hablar”, conjeturaron en la fuerza, a la vez que aseguraron que “el lugar está lleno de cámaras de seguridad”, que están siendo estudiadas para ver si a través de ellas se puede llegar a la verdad.
Las dos principales hipótesis indican un hecho relacionado a una vieja disputa entre las partes, por drogas o hechos delictivos (el fallecido había sido detenido en julio), o una gresca con un compañero del club del fútbol al que la víctima, que era arquero, asistía.

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