Nevermind, el álbum bisagra de Nirvana, cumple 25 años

El segundo material de la banda estadounidense fue un hito que transformó el mercado musical y se convirtió en un símbolo para los jóvenes de la década de los noventa

Pasaron 25 años desde el momento en que Nevermind salió a la luz para cambiar rotundamente la escena musical conocida hasta entonces. Nirvana lideró la movida de una nueva generación que con su música se englobó en un género conocido como grunge, un estilo atormentado y rebelde que hizo mella en toda una generación de jóvenes.

Smells like teen spirit, tal vez la canción más importante e influyente del rock de los años 90, nació de ese material que Nirvana lanzó con Nevermind, un éxito insospechado que también encaminó a su cantante Kurt Cobain a un laberinto de autodestrucción del que no saldría con vida.

El origen del grupo se remonta a 1987, cuando se unieron en Aberdeen, una ciudad a unos 180 kilómetros de Seattle, el bajista Krist Novoselic y el vocalista y guitarrista Kurt Cobain. En su disco debut, el crudo y áspero Bleach (1989), todavía no contaban con el baterista Dave Grohl, quien cerraría la formación clásica de Nirvana y, tras el fin de la banda, fundaría la exitosa Foo Fighters.

Nevermind llegó en un momento inmejorable. En los ochenta había arrasado el pop de sintetizadores. Los miembros de Guns N’ Roses estaban demasiado ocupados entre peleas y polémicas. El heavy metal, pese al fabuloso éxito de Metallica con Black album (1991), perdía impulso y se encomendaba poco a poco en su propio público.

La música de Nirvana apareció como una especie de bocanada de aire fresco que englobó a los inadaptados, los incomprendidos, y los que sufrían por su autoestima. Todos se unieron en torno al movimiento creado por Cobain y companía, que buscaban expresar sus más profundos y oscuros sentimientos.

Música genuina desde las entrañas

Al margen de cualquier análisis, el éxito de Nevermind se basó netamente en un balance perfecto entre desarraigo, ira y sinceridad. Los críticos alabaron tanto las letras (algunas más oscuras que otras) como el estilo, que mezclaba el sonido característico del grunge con melodías que lo acercaban a un público mayor. Las emisoras hicieron eco de canciones como Come as you are, In bloom y Lithium, y MTV comenzó a transmitir los videos de la banda.

Incluso la portada, un bebé de tres meses sumergido en una piscina mientras intenta atrapar un billete enganchado a un anzuelo, llegó a ser una de las imágenes más icónicas de la historia de la música y uno de los emblemas de la década de los noventa. Tan es así que Spencer Elden, el protagonista de la imagen, quien ya tiene 26 años, hoy es toda una celebridad a la que buscan constantemente los medios de comunicación.

“Cuando salió nuestra música, creo que fue una combinación de porreros, skaters y chicos abandonados que vieron a un grupo de jóvenes como ellos, tocando música que sonaba como si estuvieran enojados. Creo que mucha gente se identificó con eso”, dijo Grohl en el libro Come as you are.

Nevermind, que vendería millones de copias y en 1992 lograría desbancar del número uno a Dangerous (1991) de Michael Jackson, convirtió a los miembros de Nirvana en estrellas mundiales y, casi sin querer, en referentes de la moda: camisas a cuadros, jeans rotos y un look despreocupado.

Nirvana grabó los discos In utero (1993) y MTV unplugged in New York (1994), pero los frecuentes desequilibrios de Cobain y su adicción a la heroína ganaron finalmente la partida: la gran figura del grunge se suicidó el 5 de abril de 1994. Tenía 27 años.

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