Una manera diferente de actuar

En Teatro Íntimo las obras se presentan con un formato en el cual público y actores se entremezclan en las habitaciones de una casa. Esta noche, a las 21, festejan sus 40 funciones.

"Con sólo tocar un timbre en el número indicado, el espectador-huésped se encontrará con historias íntimas”, recita la página de la compañía teatral -en Facebook se encuentra como "TeatroIntimo-La Plata"-, que esta noche celebra un evento especial: cuarenta presentaciones.

El formato lleva seis años de vida y participaron más de 120 actores en 40 casas diferentes de la ciudad. Con la coordinación de Juan Manuel Mannarino, y Julieta Mora junto con Francisco Pourtalé y Augusto Grosso en la asistencia general, hoy a las nueve de la noche abrirán sus puertas una vez más en una nueva casa, cuya dirección debe ser solicitada por mensaje privado en su página de Facebook.

En diálogo con este medio, Julieta Mora, una actriz que comenzó su formación a los 15 años en los talleres de la Universidad Nacional del Sur en Bahía Blanca, contó de qué se trata esta curiosa propuesta teatral.

—¿Cómo es la trama de la obra de hoy?

—La historia se desarrolla en una casa en ruinas que se está remodelando. Su eje temático consiste en una persona que cuenta su historia y va viendo en escena sus propias vivencias. Es como si fuéramos a recrear etapas de su vida real o de su imaginación, no queda muy en claro, a partir del relato de este personaje medio fantasmagórico.

—¿Cómo reacciona la gente a este formato?

—En general, muy bien, quedan muy impactados por la experiencia. Algunas personas se han puesto un poco incómodas, pero el teatro tiene eso, como cualquier expresión artística, esa incomodidad que te saca de lugar, porque el espectador tiene a los actores hablándole a una distancia muy cercana y que no espera encontrar. Pero tenemos un público que se repite mucho, que fue a un ciclo y cada tanto vuelve.

—¿Son funciones únicas?

—Como puesta entera solo repetimos la que hacemos hoy, que la pensamos exclusivamente para Teatro Íntimo. Por otro lado nunca hacemos algo entero: o cambia la casa o no están las mismas personas. Se planteó repetirlo porque a veces queda gente afuera, lo que nos deja la sensación de que es mucho trabajo para que lo vean pocas personas. Pero también, lo que hacemos tiene eso de mágico.

—¿Cómo te sumaste a Teatro Íntimo?

—Alguien me lo comentó, creo que era el segundo ciclo y actuaban Juan Mannarino y Fernando Lima, quienes lo empezaron a hacer. Después Fernando se fue a vivir a otro país, así que estuvo en dos o tres y nada más. Le escribí a Juan, fui. Me pasó algo tan lindo, como impactante: entré sin saber a qué iba, empecé a ver que había gente del público que en realidad estaba actuando, y al revés. Fue una experiencia muy rica, y me pasó que quise participar del juego, tener esa sensación.

Una propuesta alternativa

Mañana y los siguientes dos domingos, se presentará en la Sala 420 Los hijos de Eva, la obra escrita y dirigida por Diego Doello, con el apoyo del Centro Cultural Borda. La historia cuenta la vida de cinco internos que conviven en una habitación y atraviesan su vida apoyados en sus ideales.

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