Víctor Heredia: “Me molesta que me digan que soy un cantante de protesta”
En diálogo con este medio, el artista habló de su intenso compromiso social y de los 50 años que lleva sobre los escenarios del mundo entero. Además, brindó detalles de su próximo álbum, que saldrá el mes que viene
Hace medio siglo, Víctor Heredia era un joven cantautor, oriundo de Paso del Rey, que junto con sus amigos viajó a Cosquín para disfrutar la experiencia del célebre festival cordobés. En ese momento, el artista tenía 19 años y una fuerte impronta hippie, que lo destacaba del contexto folclórico.
Durante una tarde, Reynaldo Wisner, el por entonces presidente de la Comisión de Folclore del evento, vio a Víctor cantando en una peña y lo invitó a subirse al escenario principal. Tras bambalinas, Ernesto Cabeza, de Los Chalchaleros, le cedió su poncho al joven intérprete, quien salió al escenario para desplegar sus dotes artísticos.
Contenido tan solo por una guitarra y una zamba de su autoría, el cantante fue ovacionado y se transformó en la revelación del festival de 1967. Esa noche tuvo la chance de conocer a Atahualpa Yupanqui, Jorge Cafrune y Mercedes Sosa, entre otros ídolos populares. Lo que el músico nunca imaginó fue que esa velada cambiaría su vida para siempre. A partir de ese momento, Heredia dejó de ser un desconocido estudiante universitario para transformarse en un músico clave de la cultura popular de América Latina.
En una entrevista exclusiva con este medio, el artista se refirió a la construcción de su trayectoria y a la instalación de sus canciones como la banda sonora del país. Además, habló sobre el lanzamiento del álbum con el que celebra sus 50 años de canciones. El disco contará con diferentes invitados en cada tema, entre los que se destacan Silvio Rodríguez, Joan Manuel Serrat, Ricardo Mollo, Abel Pintos, Juanse y Soledad Pastorutti. La producción será editada por Sony Music y saldrá a la luz a principios de agosto.
—¿Qué importancia tuvo la literatura a lo largo de tu formación?
—Un papel fundamental. Me enriqueció y aportó un léxico que de otra manera no podría haber alcanzado. Era un lector voraz y creo que en mi adolescencia leí más de lo que podía aprehender.
—¿Cómo surge tu veta de escritor de novelas?
—Se lo debía a mi viejo. Le había prometido que no abandonaría la Facultad de Letras cuando gané Cosquín, pero la vocación artística se llevó por delante al universitario y abandoné. Esas novelas, poemas y ensayos que escribí son parte de esa asignatura pendiente.
—¿Por qué creés que tus canciones continúan vigentes?
—Supongo que son la realidad social de nuestros pueblos y la del mundo entero las que las ponen en el tapete cada vez.
—¿Tenés miedo a que te encasillen como un artista comprometido?
—No, porque los artistas y la realidad van de la mano. Me molesta que me digan que soy un “cantante de protesta”.
—A lo largo de tu carrera nunca dejaste de cantar canciones que condenan la desigualdad social, ¿eso te condiciona de alguna manera? ¿Te acusaron alguna vez de tener gustos “burgueses”?
—Siempre que pueden tratan de minimizar mis opiniones favorables a los desposeídos con esa cantinela boba de los automóviles que uso, la casa donde vivo y otros inventos estigmatizantes que tratan de desvalorizar mi pensamiento. No me hace mella: pensar en los otros no implica renunciar a lo que mis derechos de autor o mis conciertos me aportan. Por el contrario, con eso puedo colaborar con quienes más lo necesitan.
—Sos un artista solidario, ¿alguna vez te hicieron algún pedido insólito?
—Me hicieron encargos de solidaridad hermosos, siempre. Me hace muy bien recibir el afecto de la gente y siento una profunda satisfacción cuando puedo colaborar con lo que necesitan.
—¿Qué temas de tu autoría no te agradan? ¿Cuál considerás que refleja la situación actual?
—Todos son hijos míos, ¿cómo puede no gustarte un hijo? Creo que Sobreviviendo es uno de los que refleja este momento.
—Gracias a la música viviste tiempos hermosos y otros muy duros, ¿alguna vez temiste no poder continuar con tu carrera artística?
—Sí, el momento más difícil fue durante la Dictadura cívico-militar de 1976.
—Estás por cumplir 50 años en la música, ¿con qué debilidades y fortalezas te encontraste en el camino?
—Siempre sentí una vocación fidedigna que podía superar los obstáculos más complejos. La censura fue uno de ellos, el exilio fue otro. Sin embargo, aquí estoy, todavía.
—¿Cómo será el próximo disco que estás por lanzar? ¿Cómo surgió la idea de realizar duetos con grandes figuras?
—Me acordé de muchos buenos momentos vividos con cada uno, cuando miré hacia atrás y vi ese abismo de tiempo. Los amigos enriquecen, apoyan, acompañan, ayudan, educan. Nada mejor que compartir mi cumpleaños artístico de esa manera.