Mundial Juvenil Paralímpico

Antonio Ortiz, el alumno del Nacional que triunfó en Suiza

Con 17 años, el platense obtuvo la medalla de plata en el Mundial Juvenil Paralímpico realizado en tierras helvéticas. Fue tras una destacada participación en la categoría no vidente de lanzamiento de disco

Hace dos semanas, Antonio Ortiz, estudiante de la división 6º 7º del Colegio Nacional Rafael Hernández, dependiente de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), pisó por primera vez suelo europeo para competir en el 1º Mundial Juvenil Paralímpico, realizado en Suiza. 

Como en cada competición en la que participó, fue “a buscar experiencia y superación”, sin imaginar que además iba obtener la medalla de plata por lanzamiento de disco, en la categoría no vidente.

“Fue por una marca de 31,18 metros”, contó a diario Hoy este joven de 17 años, sin mayor énfasis y con taciturna humildad desde su hogar de City Bell. En cambio, su mamá Angélica no puede contener el orgullo y la sonrisa. “Ella está muy contenta de que haya podido alcanzar este logro”, comentó el deportista.

Con 176 centímetros de altura y un cuerpo macizo logrado a fuerza de entrenamientos, Antonio hace actividad física desde los tres años, cuando comenzó a practicar natación. Desde entonces, nunca escatimó en esfuerzos, ni siquiera cuando a los cuatro le diagnosticaron retinoblastoma, un tumor canceroso en la retina que lo obligó a recurrir a controles médicos permanentes, hasta que a los diez supo que no volvería a ver.

“Nunca me costó practicar atletismo”, se jactó Antonio, que en su palmarés cuenta con otra medalla de plata obtenida en los Juegos Juveniles Parapanamericanos de San Pablo, donde en abril pasado marcó 9,42 metros en lanzamiento de bala, disciplina con la que también representó a la Argentina en Suiza.

Fanático de Gimnasia, cuya pasión le resulta difícil de describir lejos de la cancha, asegura que en El Bosque “todo cambia”. “Estar ahí provoca un sentimiento de fervor colectivo, como de recital, porque estás cerca de los jugadores, de los hinchas. Es un ambiente que te contagia”, relató.

Tras la victoria helvética, ahora asegura que sueña con otro desafío: “Participar en un torneo convencional, donde pueda competir con atletas sin discapacidades. Esa sería una linda meta, ¿no?”.

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