La ciudad retomó su ritmo con la reanudación de las clases

Finalizado el receso invernal, los alumnos de los niveles inicial, primario y secundario volvieron a la actividad. También comenzaron las cursadas de algunas facultades de la UNLP. De esta manera, las calles de La Plata recuperaron el habitual ajetreo estudiantil

Luego de dos semanas en las que chicos de todas las edades pudieron disfrutar de una nutrida agenda de esparcimientos, las vacaciones de invierno llegaron a su fin y los niveles inicial, primario y secundario recuperaron la actividad para comenzar el segundo cuatrimestre. Así, bocinazos, autos estacionados en doble fila y paradas de micro desbordadas fueron los indicios de que en La Plata el ritmo volvió a la normalidad.

“Estamos contentos con el retorno. Durante las vacaciones paseamos, nos divertimos y aprovechamos las cosas que había en la ciudad”, dijo Karina Campanella, madre de Tobías, que asiste al Normal 1.  

La de ayer fue una jornada en la que los padres tuvieron que hacer malabares para poder despertar a sus hijos para que llegasen a clase a horario. Los niños, acostumbrados a levantarse tarde durante el receso, tuvieron que volver a madrugar y no hubo desayuno en la cama que pudiera despabilarlos. Encima, el frío y la lluvia no acompañaron para levantarse antes de las 7. 

“Terminaron las vacaciones y no queda otra que volver al colegio. Anoche mi hija se quedó jugando hasta tarde, así que hoy costó un poco levantarla. De hecho casi llegamos tarde”, reconoció Samanta Domínguez, madre de Clara.

Así, la ciudad dejó postales de miles de niños que con sus paraguas y guardapolvos llegaban de la mano de sus padres a los diferentes establecimientos educativos. En la puerta de los colegios secundarios, los chicos, que eligen llegar solos, aprovecharon los momentos previos al ingreso para ponerse al día con sus compañeros.  

Las clases comenzaron también en algunas facultades de la UNLP, y esta situación representó el retorno de una multitud de estudiantes del interior que aprovecharon las vacaciones para viajar a visitar a sus familias. 

“Arrancamos muy bien y esperemos que siga así, sin ningún inconveniente que pueda hacer peligrar la continuidad de las clases”, concluyó Julieta González, estudiante de tercer año de Arquitectura que ayer fue parte del ajetreo en una ciudad que se sacudió la modorra invernal.