Una travesía para impulsar las energías alternativas en el país

Un vehículo de tres ruedas, que funciona con energía eléctrica, recorrerá los 400 km hasta Mar del Plata con una sola carga. Fue desarrollado por ingenieros de la UNLP que trabajan con baterías de litio.

Un grupo de científicos viajará los 400 km que separan La Plata de Mar del Plata en un vehículo eléctrico desarrollado por ellos mismos, con el fin de impulsar y concientizar sobre la potencialidad de la industria del litio en el país. Si concretan el trayecto, será el primer automóvil puramente eléctrico en recorrer esa distancia en Latinoamérica.

“Esto lo hacemos para demostrar que en Argentina debemos producir baterías de litio y que también podemos fabricar autos eléctricos”, contó al diario Hoy el ingeniero Guillermo Garaventta (foto), uno de los responsables de la iniciativa, que viajará junto al ingeniero Augusto Zumarraga, y el becario Pablo Laiolo. 

La carga de la batería permitiría llegar a Mar del Plata sin recargas intermedias, un consumo total de 900 vatios, poco menos que una plancha de ropa. Además, comprobarán si ese trayecto podría ser cubierto con sólo uno de los dos motores, es decir, con la mitad de la carga. 

El “ProtoLitio” (así se llama el triciclo) saldrá -si el clima lo permite- hoy a las 9 de la mañana desde de la ruta 2 y el cruce de Echeverry. El proyecto fue apoyado por la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC) del Ministerio de la Producción, Ciencia y Tecnología bonaerense, la Universidad Nacional de La Plata, el Instituto de Investigaciones Físico-Químicas, Teóricas y Aplicada (Inifta) del Conicet y el Grupo de Ensayos Mecánicos Aplicado (Gema).

Con esta travesía los investigadores esperan conseguir financiamiento para desarrollar un vehículo de mayor porte. “Los autos eléctricos son lo que se vienen: en 2015 está previsto que haya 5 millones de nuevos vehículos a base de litio en el mundo”, señaló Garventta. 

Energía ecológica

Cuando en el mundo se debaten las reducciones de emisiones de dióxido de carbono  y los pronósticos anuncian el fin de las reservas de petróleo en los próximos 40 o 50 años, la energía a base de baterías de litio se proyecta como la próxima revolución energética.

Se estima que las reservas a nivel mundial de este material es de 40 millones de toneladas, de las cuales la mitad se encontraría en Argentina, Chile y Bolivia. “Una de nuestras minas es de la empresa japonesa Toyota, que está extrayendo el 10 por ciento del mineral para llevarlo a su país. Después nos vende a nosotros las pilas para los celulares y las cámaras. Cambiamos oro por baratijas, como en la época de Colón. Tenemos que ser más inteligentes”. 

Una de las principales características de esta energía es que es mucho menos contaminante. En su fabricación no hay vapores tóxicos ni dañan las napas, como sí lo hace la industria del petróleo. 

Potencial económico

“No podemos vender el litio como si fuera soja, tenemos que venderlo como batería. La tonelada del mineral extraído de la mina vale 300 dólares. Pero puede valer entre  1 y 3 millones de dólares dependiendo de que tipo de pilas se fabrique”, señaló le científico. 

Esta industria implica la compra de máquinas muy costosas. Es por esto que el investigador resaltó la necesidad de que el Estado sea el inversor. “No sé cuántos empresarios puedan afrontar una inversión inicial de 50 millones de dólares. Opino que es el Estado el que tiene que hacer un Yacimiento Litífero Nacional. Y no es necesario perder diez años en diseñar las máquinas en el país: hay que hacer el gasto y comprarlas afuera, pero usarlas para producir acá”, señaló Garaventta, quien apuesta junto al equipo que construyó el triciclo (entre ellos el decano Marcos Actis y el ingeniero Arnaldo Visintin) a impulsar una sector que tecnifique al país.

La misma técnica que los cohetes espaciales

En La Plata se prepara la batería de litio que formará parte de Tronador, el cohete argentino que lanzará satélites al espacio y que estará listo el próximo año. Una parte del Tronador se está haciendo en el hangar de la Facultad de Aeronáutica de la UNLP, mientras que las baterías se fabrican en el Inifta. El motor se está haciendo en Córdoba. 

Los investigadores usan pilas importadas de China -que probablemente estén hechas con nuestro litio- que, al interconectarlas, van formando la batería.