Buques extranjeros saquean el Mar Argentino
Mientras la industria pesquera nacional está paralizada por la poca rentabilidad, barcos de otros países se llevan el pescado de las aguas nacionales. “Hay demasiada pesca y cada vez hay menos peces”, aseguraron especialistas a Hoy
La depredación pesquera en la Argentina se fue profundizando hasta llegar a una situación límite, producto de la entrega que se hicieron los sucesivos gobiernos, especialmente el kirchnerismo. Los permisos de pesca que se entregaron y la falta de control para evitar que buques extranjeros se lleven el pescado de nuestro mar ha sido una constante en estos últimos años.
Desde Puerto Deseado, en Santa Cruz, a Mar del Plata, cientos de barcos extranjeros traspasan la milla 200 del océano Atlántico para entrar en aguas argentinas a llevarse ilegalmente el pescado.
El territorio marítimo argentino comprende casi 3 millones de km2, y es equivalente a casi diez territorios de la provincia de Buenos Aires o de Italia. Se trata del ámbito por donde circula el 90% del comercio exterior nacional.
Ante esta situación, el diputado nacional de Proyecto Sur, Jorge Cardelli, dijo a Hoy que “hay una dramática reducción presupuestaria en la Armada para hacer controles y hay una reducción de las horas de navegación y r de vuelo de patrullaje marítimo”.
Por este motivo, Cardelli, junto con otros diputados presentó un pedido de informes por la situación de la División de Patrullado Marítimo (DVPM) de la Armada Argentina, teniendo en cuenta “el magrísimo presupuesto destinado al sector de Defensa, que guarda una relación con el PBI de sólo un 0,9% en los últimos períodos”, aclaran los legisladores.
Según explicó Cardelli, “hay una tendencia generalizada en los países centrales de salir a buscar peces a otras partes del mundo porque es un recurso que se está acabando, se dice que para 2048 no vamos a tener más peces en el mundo”. Y aclaró que a la Argentina vienen más buques españoles chinos y japoneses.
“Hay demasiada pesca y cada vez hay menos peces, cuando hay disminución de la biomasa es porque suele haber sobrepesca”, dijo a Hoy la exinterventora de la Dirección Nacional de Pesca Nélida Videla Sánchez.
Malas políticas y pocos controles
La otorgamiento indiscriminado de permisos de pesca comenzó durante el menemismo, cuando el exgobernador bonaerense Felipe Solá era secretario de ganadería agricultura y pesca. Sin embargo, una década después ese mecanismo de entrega de los recursos nacionales continuó con los gobiernos kirchneristas.
Este saqueo de los recursos marítimos se registra con mayor evidencia en el sur argentino y en la zona de las islas Malvinas. Antes de la guerra de 1982, la zona marítima económica de las Malvinas era de 3 millas marinas alrededor de las islas. Al finalizar la guerra se extendió, a la denominada "zona de exclusión", que llegaba a las 200 millas marinas alrededor de las islas.
Pero, actualmente el área de pesca ilegal sin control del gobierno se extendió aún más y se calcula que las pérdidas del país por el pescado que se llevan esos buques son de alrededor de U$S 4000 millones anuales.
El ingreso de barcos extranjeros para pescar en Mar Argentino es una práctica habitual que se mantiene. En diciembre del año pasado la Prefectura informó que halló dos buques pesqueros de bandera china, que capturaban calamares ilegalmente en Mar Argentino. La detención se produjo unos 400 kilómetros aguas adentro a la altura Puerto Madryn, en la provincia de Chubut.
La pesca nacional entró en una crisis profunda
Actualmente el sector pesquero nacional está viviendo una crisis sin precedentes en el país. La baja rentabilidad está desangrando a una industria con gran potencial, pero que se está paralizando. Actualmente más de la mitad de la flota pesquera del país está anclada en los puertos. Mientras la industria nacional del pescado es como un gran barco que se está viniendo a pique sin que el gobierno nacional le arroje ni siquiera un salvavidas.
La actividad pesquera contrata a más de 40.000 empleos directos y otros 25.000 de manera indirecta en Mar del Plata y los puertos patagónicos, según los empresarios que conforman el Consejo Pesquero Nacional (CPN).
El presidente del Consejo de Empresas Pesqueras Argentinas (CEPA), Oscar Fortunato (foto), resumió a Hoy: “producimos en pesos, exportamos en dólares y cuando cuándo esos dólares vuelven se transforman en pesos y no nos alcanza a cubrir los gastos que tuvimos”.
Según explicó el empresario, “nuestros costos crecen más que nuestra paridad cambiaria”, que es la cotización oficial de alrededor de $ 5,2 por dólar.
“Es un problema de rentabilidad hoy los empresarios van a perdida”, explicó a este diario el líder del Sindicato Marítimo de Pescadores (SIMAPE), Juan Domingo Novero. “Nosotros traemos la materia prima y si no hay pescado se paraliza toda la industria”, explicó el gremialista.
“La industria pesquera es netamente exportadora, se exporta el 90% de lo que se produce”, apuntó Fortunato. A los elevados costos de producción y la diferencia desfavorable de la paridad cambiaria se suma que el Gobierno descuenta el 10% de retenciones.
Ya el año pasado las exportaciones cayeron un 13% con respecto a 2011 y sólo en Mar del Plata, en el inicio de este año, el volumen de capturas rondó las 77.000 toneladas contra las 97.000 logradas en igual período de 2012.
Sin embargo, tras varias reuniones entre los representantes del sector y el Gobierno Nacional, no asomó ningún tipo de solución.