Dirigentes de Cambiemos, en una jornada unida por el timbreo

Funcionarios nacionales, provinciales y municipales del Frente Cambiemos volvieron ayer a la metodología del timbreo para contrarrestar los efectos del cacerolazo contra la suba de tarifas de los servicios públicos.

El timbreo fue utilizado por Cambiemos durante la campaña electoral para generar un acercamiento más directo entre los dirigentes y los vecinos de distintos puntos del país, y ayer la alianza oficialista retomó esa práctica, luego de las protestas del último jueves. 

El intendente de La Plata, Julio Garro, junto a todo su equipo de gobierno, se sumaron a la propuesta y dialogaron con centenares de vecinos del centro, Tolosa, Melchor Romero, Olmos y Abasto. 

“Estuvimos recorriendo diversas zonas del Casco Urbano y las delegaciones, cada delegado, secretario y director del municipio se sumó junto a su equipo de trabajo a esta jornada que es muy importante, ya que permite estar cara a cara con los vecinos de la ciudad”, valoró Garro.

En la localidad bonaerense de Ramos Mejía, partido de La Matanza, estuvieron la gobernador María Eugenia Vidal, el jefe de Gabinete nacional, Marcos Peña y la ministra de Desa­rrollo Social, Carolina Stanley.

En tanto, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, recorrió el barrio porteño de Chacarita; el ministro de Cultura, Pablo Avelluto, visitó la localidad de San Miguel, y el director del PAMI, Carlos Regazzoni, estuvo junto al secretario general de Presidencia, Fernando De Andreis, en Almirante Brown. 

La vuelta a la calle de los dirigentes de Cambiemos se inscribe en un contexto que no se limita al cacerolazo del último jueves por la suba de las tarifas de los servicios públicos, sino que también incluye un cuadro económico que aún no se adapta a las promesas del Gobierno para el segundo semestre del año, por lo que sus dirigentes debieron explicar las complicaciones que dejó la pesada herencia K.