La crisis energética causa estragos

El gasto de importación de hidrocarburos se incrementó en un 103,4%, ascendiendo a u$s 9029 millones. La profunda debacle de YPF 

Tras mas de 10 años de gobierno K,  el fracaso de las políticas energéticas son rotundos y contundentes. Y las consecuencias ya se están sintiendo en el bolsillo de los usuarios con una nafta Premium que cada está más cerca de los $10 por litro, y la posibilidad de que después de las elecciones de octubre se concreten importantes tarifazos en los servicios de luz y gas.

¿A qué se debe esta situación? Las cuentas del Estado se están desangrando, ante la necesidad de destinar cada vez más recursos para importar hidrocarburos, producto de la penosa situación que atraviesa la empresa YPF. Esto se está reflejando en la balanza comercial del país, cuyo superávit se derrumbó 60% en agosto respecto al mismo mes del año pasado. El propio INDEC no tuvo otra alternativa que reconocer que los datos surgen a partir de un estancamiento de las exportaciones y de un sideral aumento de más del 103% en la compra de energía.

El dinero para afrontar los desaguisados de la política oficial en materia energética no aparece por un acto de magia. Sale de los recursos que aportamos todos los ciudadanos que pagamos los impuestos, en un contexto de una presión fiscal agobiante. El problema que tienen los K es que las cajas del Estado se encuentran esquilmadas, lo que hace insostenible seguir desembolsando semejante cantidad de recursos para la importación energética. La situación podría derivar en un sinceramiento tarifario, lo que provocaría aumentos siderales en el costo de los servicios públicos.

En números concretos, el saldo comercial de agosto fue de 568 millones de dólares y sumó en ocho meses 6.292 millones de dólares, 32 por ciento por debajo del mismo período del año pasado.

La exportaciones facturaron 7735 millones de dólares, apenas 34 millones más que julio de 2012, mientras que las importaciones subieron 14 por ciento a 7167 millones, por el creciente gasto de energía.

Las compras de energía llegaron a 1.548 millones de dólares, más del doble que en agosto de 2012. En ocho meses el país compró por 9.029 millones de dólares y, con exportaciones por 3.619 millones, el balance es deficitario quedó en 5.410 millones.

La crisis en números

Desde hace tres años, Argentina es importador neto y creciente de gas oil, fuel oil y gas natural. En 2012 las importaciones llegaron a US$ 9.500 millones y este año se encaminan a superar los US$ 13.000 millones. Según los datos del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), esas importaciones que en 2003 equivalían solo al 3% de los ingresos de las exportaciones de granos, este año representarán casi el 50% de esos recursos.

En el caso del gas, las importaciones no paran de crecer desde 2004 para cubrir una demanda que no puede atenderse con la deficitaria producción local. Inicialmente equivalían al 4% de la demanda, pero ahora ya representan el 30% del consumo nacional.

La caída de las reservas hidrocarburíferas registradas entre 2003 y 2012 equivalen a una descapitalización superior a US$ 100.000 millones a los actuales valores de reposición del petróleo y el gas.

En 2002, el país producía la mitad del petróleo que extraía Brasil, mientras que en la actualidad, apenas llega a la cuarta parte.

Ese deterioro se explica por el retroceso de la producción de crudo –que lleva más de 120 meses de caídas– y de gas, que acumula marcas negativas desde 2004.

Las inversiones en exploración en la última década se concentraron en las cuencas convencionales de bajo riesgo y representaron menos de la mitad de las que se habían concretado entre 1982 y 2002.

Tensión con Brasil por las trabas comerciales

El presidente del Consejo de Comercio Exterior de la Federación de la Industria de San Pablo (FIESP), Rubens Barbosa, advirtió ayer que la paciencia por el supuesto perjuicio económico que provocan las trabas comerciales impuestas por Argentina está "llegando al límite".

"El gobierno brasileño tiene una política de paciencia estratégica con Argentina. Desde el punto de vista de los empresarios esta paciencia está llegando al límite", señaló. 

Sin embargo, el dirigente industrial dudó de que esta situación originada por las trabas argentinas vaya a cambiar porque, dijo, el gobierno brasileño está “muy tímido” para enfrentar esas barreras a las que tildó de "ilegales".

En ese marco, Barbosa sostuvo que el flamante canciller brasileño, Luiz Alberto Figuereido, salió de la reunión que mantuvo la semana pasada en Buenos Aires con su par argentino Héctor Timerman "sin ninguna perspectiva de solución".

Además, el empresario alertó que el Mercosur "está muerto" desde el punto de vista económico, al tiempo que opinó que "Brasil tiene que avanzar solo" si no se puede progresar con una propuesta conjunta en la negociación comercial con la Unión Europea.

Las diferencias comerciales motivaron, ayer, una reunión entre la presidenta Cristina Fernández y su par brasileña Dilma Roussef, en Nueva York, durante la antesala de la Asamblea General de la ONU. En el cónclave,  se habrían analizado las asimetrías entre los dos países. Previo a la reunión con Rousseff, Cristina se había encontrado en el hotel Mandarin -donde se hospeda-, con el titular del Banco Interamericano de Desarrollo, Luis Alberto Moreno.

Las reservas en caída libre

 Las reservas del Banco Central cayeron ayer 22 millones de dólares en relación con el cierre del viernes pasado y se ubicaron en 35.020 millones, de acuerdo con el resultado provisorio informado por la autoridad monetaria, con lo llegaron a su nivel más bajo en seis años y medio.   

De esta forma, las reservas internacionales acusan una caída de 1.658 millones de dólares en lo que va de setiembre, 8.270 millones en el transcurso de 2013, 12.503 millones desde el inicio de las restricciones cambiarias conocidas como “cepo” y 17.634 millones en relación con los niveles récords registrados el 26 de enero de 2011.   

Para encontrar un nivel de reservas más bajo al informado ayer por el BCRA hay que remontarse al 1º de marzo de 2007, durante la presidencia de Néstor Kirchner y con Martín Redrado al frente de la autoridad monetaria, cuando se ubicaron en 34.998 millones de dólares.   

La caída de las reservas fue del 19,10 por ciento en lo que va del año, del 26,31 por ciento desde la implantación del “cepo” y del 33,49 por ciento respecto del récord de 52.654 millones de dólares del 26 de enero de 2011.