Sigue en gravísimo estado el jubilado atacado durante un asalto

Se trata de un ex integrante de la fuerza policial, brutalmente golpeado en su casa de Punta Lara. Un antiguo infarto complica su salud. Detalles exclusivos 

Justo Lamarque, jubilado de la policía bonaerense de 78 años, continúa peleando por su vida luego de haber sido brutalmente atacado por un delincuente que lo sorprendió en su casa de Punta Lara y que le produjo un fuerte golpe en la cabeza y diversos cortes antes de darse a la fuga con dinero en efectivo y otros elementos de valor, informaron fuentes judiciales. 

Internado en el hospital Cestino, hay dos detalles que preocupan a los investigadores a la hora de mencionar el estado de salud de la víctima. Por un lado “el traumatismo craneano. Corre riesgo de muerte sobre todo por ese golpe”, resaltó un jefe de la pesquisa. En tanto, un vocero de la fuerza relató que Lamarque “había sufrido un infarto en agosto del año pasado y pasó por dos by pass, por lo que ahora tiene su corazón debilitado” que atenta contra su posibilidad de sobrevida.

“Su estado, desde que ingreso al centro médico, no se agravó aunque tampoco mejoró. Continúa en estado reservado, delicado y muy grave, luchando por su vida”, sintetizó un jefe policial consultado por Trama Urbana, y agregó que “esperemos que pueda mejorar. No es mucho lo que tenemos en la causa, y su aporte testimonial sería fundamental” para encauzar la investigación. 

Sábado negro

El hecho se inició a las 14 del sábado, cuando el jubilado, que “vive solo”, salió de su casa ubicada en 126, 7 y 9 para “lavar el auto” que estaba en la entrada. “Al lado del vehículo quedó un balde con agua”, reseñaron. 

Entonces fue sorprendido por el caco, quien lo obligó a ingresar al domicilio, en cuyo interior se encontraba una menor de 15 años, encargada de las tareas domésticas. Al verla, la encerró en un baño, por lo que no pudo aportar demasiados detalles. “Además, está muy asustada”, afirmaron. 

Estando solos, el ladrón le exigió dinero al damnificado, quien, aparentemente, se habría negado y se inició una pelea a golpes que terminó con Lamarque lesionado en la cabeza y el pecho, perdiendo gran cantidad de sangre. Por su parte, el maleante revolvió todos los ambientes y se llevó parte de la jubilación y otros objetos personales, para luego escapar.

La muchacha salió del encierro y llamó al 911, por lo que se acercó personal de la comisaría Segunda de Punta Lara, comandados por Guillermo Gallardo. Una ambulancia llevó a Lamarque al nosocomio, a la vez que los investigadores recolectaban datos en la escena.   

La clave podría estar en una colilla de cigarrillo 

Debido a la gravedad del asunto, efectivos de la Jefatura Departamental Ensenada, coordinados por Ubaldo Fuensalida, formaron parte de la investigación, al igual que el Gabinete de Homicidios de la DDI. 

Siguiendo las normativas impartidas por Marcelo Romero, titular de la UFI en turno número 6, le tomaron declaración a la joven de 15 años que trabaja en la casa del policía jubilado, aunque no fue mucho lo que pudieron rescatar, ya que ella fue encerrada de inmediato en el baño. 

Claro que los uniformados no se quedaron con eso y peinaron la zona. De esta manera, lograron entrevistar a una serie de testigos que vio la huida del malviviente y, gracias al aporte de ellos, se estableció que el caco “no sería de la zona. Si bien Punta Lara creció mucho en el último tiempo, todavía uno se conoce con el otro”, y los que se cruzaron con el autor del hecho se pusieron de acuerdo en ese detalle no menor, que no vive en la zona, relató un jefe de la fuerza. 

Si bien pudieron establecer eso, lo que no lograron hacer fue precisar la edad aproximada del criminal: “no lo pudieron ver bien porque llevaba una gorra con esa visera tipo rapera, capucha y una chalina que cubría la cara”.   

Peritos de la Policía Científica incautaron del interior de la casa una campera que será analizada en el laboratorio forense, aunque lo más significativo fue el hallazgo de “una colilla de cigarrillo, marca Le Mans”, añadió un vocero. “Estaba en el ingreso a la casa y ahora deberá investigarse si pertenece al autor del hecho o es ocasional, arrojada por cualquier persona. Lo que sí sabemos es que ni la víctima ni la chica que trabaja para él fuman”. 

La misma fuente aceptó que son “indicios” y que están “sujeto a pericias; si logramos dar con algún responsable y lo detenemos, podemos cotejar su ADN con el ADN encontrado en la colilla”.  

Por último, un jefe policial confió en que “tenemos algunos elementos que me dan optimismo; sé que vamos por el bueno camino”.