por daniel "profe" córdoba

Algunas reflexiones sobre la gran final del continente

Cada vez falta menos para el partido decisivo entre Boca y Fluminense por Copa Libertadores. El sábado, desde las 17, ambos equipos irán por la gloria eterna en el mítico Maracaná. El reconocido entrenador Daniel Córdoba comentó sus sensaciones en exclusiva para diario Hoy.

Por Daniel “Profe” Córdoba

La delegación azul y oro ya está en Río de Janeiro. Clima caliente. En el fan fest y en los distintos rincones de la ciudad. Del “Flu” hay muchas cuestiones que no comparto: salir jugando tozudamente por abajo. Siempre. Juega con la pelota y sin ella le cuesta todo. Tiene dos jugadores claves averiados. Hasta puede decirse que es un tanto frío.

Boca Juniors no sé si traerá la copa, pero estoy seguro que ni por el director técnico ni por los directivos ni por la camiseta, aunque se me quiera desmentir, sólo y absolutamente por el grupo y su mentalidad muy fuerte de ganarla, es mi favorito. Que sea en Río influye sí (error total de Conmebol); que haya clima de “guerra” también.

El Xeneize va con lo mejor que Jorge Almirón cree poder armar, luego de haber hecho mezcolanzas de jugadores impresentables y de quedar fuera de todo, absolutamente todo. Fluminense en eso fue más estable en cuanto al armado de su equipo. En el fútbol y a la hora de hablar del juego, nunca dos más dos es cuatro. El sábado y en el verde césped, veremos quién da el gran salto para ser campeón.

Es inevitable no pensar en la figura de Juan Rompan Riquelme. Un directivo va siempre o no va. No se pueden elegir partidos. Es mal ejemplo, pero se hacen tantas cosas mal en este país que JRR10 ahora vaya da igual. Una ausencia de peso será la de Marcos Rojo. El ex-Pincha y su espontánea, y ya casi común, irresponsabilidad no dirán presente en el mítico Maracaná. Con él en campo, Boca ha ganado y también perdido. Una pena que no esté porque es uno de esos partidos en el que cualquier jugador quiere saltar al verde césped. Y, sin dudas, es un player que genera motivación en sus compañeros. Para que los hinchas xeneizes que leen estas líneas se queden tranquilos, el pibe (ya consolidado) Nicolás Valentini ha cumplido con creces.

Por último, dedico un párrafo aparte para Edinson Cavani. Llegó para cumplir su sueño de jugar en Boca y festejar un gol colgándose del alambrado como hacía el Manteca Martínez. El sábado estará jugando ni más ni menos que la final de la Libertadores. Está a las puertas de levantar el trofeo más preciado del continente a nivel clubes. Su continente. Sin dudas será una jornada muy especial para el jugador charrúa.

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