Los Pinchas fueron testigos fieles de una noche copera a puro aliento

En la previa al partido, el color estuvo en las calles. Hinchas de Estudiantes se movieron desde sus casas o lugares de trabajo al estadio Ciudad de La Plata. Este traslado fue en masa y sobre todo se dio minutos previos al comienzo del partido. En efecto, los ingresos al reducto colapsaron minutos después de las 19. 

Los fanáticos del León que llegaron antes de las 19 sufrieron la desgracia de empaparse debido a que el cielo estaba encapotado, nublado y se largó el diluvio. En ese preciso instante, los simpatizantes del Albirrojo apuraron el paso para ingresar al estadio o resguardarse bajo los árboles aunque los relámpagos también asustaban. 

Lo cierto fue que ayer otra noche de Copa tuvo lugar en La Plata y una vez más protagonizada por Estudiantes, uno de los equipos que mejor le sienta esta competencia que es la Libertadores. 

Casi veinte mil personas fueron testigos del encuentro de anoche. A puro aliento los hinchas volvieron a regordar en el minuto siete aquella goleada ante Gimnasia, como es costumbre desde el partido con Newell’s por la Superliga. 

Resguardados bajo techo

Cerca de la finalización del primer tiempo, la tormeta se corporizó en el cielo y comenzó a pura furia. Inmediatamente se ocureció el cielo, se largó el granizo y el árbitro debió parar el juego. Allí los hicnhas jugaron su papel con cánticos y gritos de algarabía impulsando al equipo. 

Los simpatizantes quedaron resguardados bajo techo de los relámpagos y el agua.