El pedido secreto de Chirola para que no lo dejen solo en esta nueva etapa del Lobo
El técnico le pidió a un grupo de socios caracterizados del club que lo acompañen en los primeros días que estará como técnico del primer equipo de Gimnasia en Estancia Chica. Hoy se firmaría el contrato y hay unidad de criterios para tirar para adelante, sin ambiciones ni objetivos desmesurados
Gimnasia vive horas de resurgimiento y renovación. Con casi un mes de retraso en comparación a otros equipos, el plantel empezó la pretemporada el último martes y cada vez son más los juveniles que se suman a entrenar con la Primera división a cargo de Sebastián Chirola Romero.
Cuando todo hacía suponer que la salida de Gorosito se iba a convertir en una solución para la institución por el momento económico que atraviesa el club a partir de la llegada de la nueva Comisión Directiva, puertas hacia adentro se conocieron detalles de la decisión que tuvo que tomar el ahora extécnico de la Reserva para hacerse cargo de la Primera.
Por un lado, dadas las circunstancias, Chirola no toma esta nueva apuesta como un puente para alcanzar mejores condiciones económicas. Si bien es cierto que el contrato de un técnico de Primera división no es el mismo que el de un técnico de la Reserva, la “tranquilidad” y la “comodidad” de trabajar allí, en donde las exigencias son mínimas, no tiene precio.
Romero, quien se rodeó de personas de mucha confianza (entre ellos un familiar directo de trato muy dócil y de sobrados pergaminos humanos como su hermano Pablo), reclamó la presencia de algunos socios caracterizados del club para que puedan acompañarlo en sus primeros días como técnico de la Primera en Estancia Chica.
Tanto fue así que el martes no pasó desapercibida la presencia de Pablo Lamberti, figura fuerte dentro del grupo de socios que había acompañado a Mariano Cowen en las elecciones del 2016 y 2019, pero al que no le hicieron lugar para el armado de la nueva gestión con la alianza política que se armó con Juan Pablo Arrién.
Lamberti mantiene una fuerte amistad con Romero y fue uno de los pedidos de Chirola para poder estar “contenido” y acompañado en esta nueva etapa que se inició en el club, en la cual se deberá afrontar la triple competencia por la participación del equipo en el torneo de Primera, Copa Argentina y la Copa Sudamericana.
Si bien en el plano internacional el Lobo comenzará a competir en el mes de abril cuando se inicie la fase de grupos, la realidad es que Gimnasia presentará un equipo joven, con jugadores que nunca participaron de una competencia internacional, y que el objetivo de clasificar a los octavos de final parece como una gran recompensa ante semejante presente institucional, con una situación económica que ni siquiera permitió la continuidad de los referentes del equipo y mucho menos del técnico que encabezó la campaña para clasificar a la Sudamericana.
La presencia de socios que no forman parte de la Comisión Directiva por pedido de
algunos integrantes del cuerpo técnico en Estancia Chica volvió a mostrar algunos síntomas de apertura y unidad, ya que en el Lobo se da por sentado que sería una injusticia pretender que de entrada las ambiciones y los objetivos de Chirola Romero en su nueva etapa como técnico de la Primera sea igual que la que iba a tener Gorosito con un equipo que terminó entre los primeros 10 mejores del fútbol argentino.
Chirola, al fin de cuentas, no quiere repetir la historia y el desenlace que tuvieron Messera y Martini (hoy técnico de Villa San Carlos) o anteriormente el Indio Ortiz en Gimnasia. O también otros ejemplos del fútbol de la región, como ocurrió con el Chavo Desábato y Rodrigo Braña en Estudiantes.