El defensor central tenía 82 años y se consagró campeón del mundo en 1968.
25/12/2021 - 00:00hs
La familia Pincha está de luto luego de que desde la cuenta oficial de Estudiantes de La Plata se conociera la triste noticia de que el ex defensor central y campeón del mundo en el 68, Raúl Madreo, falleció a los 82 años.
"Con dolor despedimos a un Campeón del Mundo. Respetado, admirado y referente ¡Hasta siempre Raúl Madero! Nuestros más sinceros respetos para sus familiares y seres queridos en este doloroso momento", publicó la cuenta de Twitter de Estudiantes.
Tras más de siete años de lucha contra el deterioro de su estado de salud, que se vio afectado por un accidente cerebrovascular, falleció a los 82 años el doctor Raúl Madero. Fue una de las principales figuras de la historia de Estudiantes de La Plata y médico campeón de la Selección Argentina en el Mundial de México 1986 y subcampeón en Italia 1990.
Raúl Madero se distinguió jugando como marcador central junto a Ramón Aguirre Suárez y completando la defensa con Eduardo Manera y Oscar Malbernat en el equipo de Osvaldo Zubeldía que ganó todo lo que tuvo en el camino en finales de la década de 1960, llevando a Estudiantes a ser el mejor equipo del mundo en el año 1968.
A diferencia de otros compañeros de aquel equipo de guerreros exitosos y triunfalistas, junto a Bilardo se permitió estudiar y terminar la carrera de Medicina, por lo que además de jugador multicampeón también fue médico profesional. Algo que hoy parece una utopía, ya que la mayoría de los jugadores se dedican a jugar a la PlayStation en lugar de instruirse y formarse, aunque siempre hay excepciones.
Por su amistad y su empatía con Bilardo, formó parte del cuerpo técnico del Narigón y fue determinante en la preparación de los jugadores en los mundiales de México 1986 e Italia 1990. En ese último Mundial, Madero formó parte de innumerables anécdotas que luego fueron recitadas por Diego Maradona, cuando después de los partidos de la fase de grupos contra Camerún y la ex Unión Soviética, al capitán argentino le habían dejado el tobillo izquierdo tan inflamado a patadas que apenas podía caminar. Madero intentó infiltrarlo hasta donde pudo, pero cuando ya la medicina profesional no lo permitía, Maradona le sacó la jeringa y la hizo entrar a la fuerza con tal de no perderse los partidos contra Brasil, Yugoslavia o Italia.