por daniel "profe" córdoba

Garra mata talento

La Selección Argentina perdió ante la garra Charrúa de Uruguay. Fue 2 a 0 por los goles de Ronald Araujo y Darwin Núñez. Ahora la próxima fecha deberá visitar a Brasil en el Maracaná.

Por Daniel “Profe” Córdoba

Uruguay le dio ayer a la Selección Argentina su primera derrota en las Eliminatorias Sudamericanas: fue 2-0 en la Bombonera, en un partido en el que se vio incómodo al equipo de Lionel Scaloni, que de todas formas sigue en la cima de la clasificación dos puntos por encima de su verdugo ayer.

Si en estas Eliminatorias había un partido que quería ganar golear y humillar era este. Ustedes se preguntarán por qué. Porque no soporto cuando la prensa argentina crea imágenes intocables de alguien que no las merece. Si alguien no merece toda la prensa positiva y aleatoria que tiene es el entrenador de la selección uruguaya Marcelo Bielsa. Un entrenador que ha ganado muy poco en clubes y nada en selecciones pero que realmente todo el mundo alaba de la prensa argentina como si fuese un Dios.

Desgraciadamente el primer tiempo le salió bien. Uruguay fue el justo ganador del primer tiempo por 1 a 0. Anteriormente a la apertura del marcador los charrúas ya habían tenido como mínimo tres situaciones claras de gol. Cómo plantearon el partido para que se diera esto como lo plantea cualquier equipo que viene a jugar contra la selección de scaloni. O sea esperando de la mitad para atrás fabuleando y solamente saliendo a apretar cuando la situación se le hacía propicia.

La Celeste se cansó de agrupar gente cerca de su área y de allí con largos pelotazos agarraba mal parada a la defensa argentina. Sabemos que en Argentina cuando posee la pelota los laterales van los centrales achican el centrocampista se adelanta. Los de la vecina orilla esperaban que esto pasara para, si no cortaban con falta, salir rápido de contragolpe. Así fueron las situaciones que crearon. Sin nada del otro mundo los uruguayos bien agrupados en defensa y de la mitad del campo para atrás esperaban el error de un pase en ofensiva de Argentina para lanzarse al contragolpe.

Argentina, fiel a su manera de jugar, encaró el partido como siempre pero enfrente encontró un rival dispuesto a cualquier tipo de recurso para cortar el ataque argentino y si no era con falta explotar en ataque. Y le salió bien a tal punto que después de más de 700 minutos pudo hacerle un gol a la Argentina que no lo sufría desde Mbappé y el Mundial. Esta manera de jugar de la Selección nacional nuestra es la que debe seguir respetando, solamente hay que estar muy pero muy atentos cuando se plantean partidos como estos a no dejar que el rival contra golpee especialmente si los tres delanteros como los uruguayos son muy potentes.

Transcurrió el segundo tiempo y Argentina no pudo encontrarle la vuelta al juego. Los cambios de Gio Lo Celso y Acuña le dieron un poco más de profundidad pero no tuvieron mucho tiempo como para poder incomodar al rival. Solamente en un córner, un buen cabezazo de Lautaro Martínez y poco más pudo Argentina inquietar al arquero uruguayo Rochet. A Uruguay le han salido absolutamente todas a tal punto de que en una contra de Núñez pone el 2 a 0 definiendo mal e igual la pelota pasa entre las piernas de Emiliano Martínez y dos arriba la Celeste.

Siempre se aprende. De todo. Seguramente nuestros players y cuerpo técnico aprenderán que todos nos querrán ganar como ha sido siempre, pero Argentina debe volver a ser la del Mundial. O sea: equilibrada, eficaz, sin regalarse nunca, con un centrocampista con quite, presionante cuando se pueda y donde se pueda, contragolpeadora, con jugadores potentes y fuertes. Volver a su 4-4-1-1 y si bien a Uruguay no quisieron regalarle nada, lo han hecho, fue mucho y con muchos y de contra lo pagamos. Que seamos campeones del mundo no nos debe cambiar nuestra identidad. Logramos lo máximo y ¿cómo mantenerlo? Volviendo a lo de siempre que fue expresado anteriormente. Orden y paciencia esperando para el golpe de nocaut. Tranquilo amigo. Todo sirve.

Noticias Relacionadas