Entrevista exclusiva

“Gimnasia me permitió vivir cosas únicas”

Leonardo Morales está atravesando un buen momento en lo personal y disfruta de la racha positiva que logró el equipo de Pipo Gorosito. De pasar los días como peón de albañil a cumplir su sueño de ser futbolista profesional: el defensor del Lobo habló de todo con diario Hoy. Una historia que merece ser contada.

El fútbol es una fantástica excusa para ser feliz. Y como todo bien cultural y educativo, es un gran transformador de la realidad social en todos los aspectos. Leonardo Morales nació en Villa Urquiza (Entre Ríos) en el 1991, y mientras pasaban los años fue alimentando su gran sueño: ser futbolista profesional. Sin descuidar sus asuntos laborales como guardavidas o albañil, comenzó a dar sus primeros pasos en Paraná Campaña, luego subió al Federal B con Belgrano donde recibió su primer sueldo. Saltó al Nacional B con Atlético Paraná, pasó a Patronato, Santamarina de Tandil y finalmente llegó a Gimnasia.

Con una claridad y firmeza en los conceptos, ese mismo poder de decisión que lo caracteriza dentro de la cancha, el Yacaré dialogó en exclusiva con diario Hoy: sus inicios en la profesión, el lugar que ocupa el Lobo en su vida y el recuerdo de sus días con Diego Maradona.

—¿Cómo fueron esos comienzos en el fútbol donde todavía trabajabas de albañil y de guardavidas en temporada?

—Al principio fue difícil, la albañilería es dura y en mi caso era peón de albañil, me encargaba de hacer la mezcla y acarrear los materiales. Sumado a eso, en temporada de playa trabajaba como guardavidas en Villa Urquiza. Hasta que un día jugando al fútbol con amigos y sin hacer inferiores en ningún club, tuve la suerte que me vieron y ofrecieron llevarme, primero a un equipo que estaba en la liga amateur y luego compitiendo en el Federal B, donde recién pude cobrar mi primer sueldo en el fútbol allá por el 2012.

—En 2019 llegaste al Lobo con perfil bajo y con buenos rendimientos te fuiste ganando la consideración de todos. ¿Qué balance hacés hasta el momento?

—Lamentablemente en mi primera temporada no me salieron las cosas como quería, pero así y todo me renovaron contrato y sentí que no podía dejar pasar esta posibilidad, que tanto había soñado, de jugar en Primera división. Me propuse que el foco debía estar en mejorar y doblegar esfuerzo para aumentar mi nivel y por suerte siento que lo estoy logrando.

—¿Lo primero que se te viene a la cabeza cuando te nombran a Gimnasia?

—Agradecimiento al club que me cumplió el sueño que tenía desde chico y me permitió vivir cosas que jamás hubiera pensado.

—¿Cómo fue vivir el día a día con Maradona?

—Una persona muy humilde, quería que todos los jugadores lo saludáramos con un beso y abrazo, uno por uno nos iba a saludar. Como todo plantel, nos juntábamos fuera de las prácticas a comer algo y él se prendía, nos contaba anécdotas y vivencias. Era fantástico. Sufrimos mucho cuando le tocó irse.

—¿Gorosito le terminó de encontrar la vuelta al equipo? ¿Qué les pide a los que están en la última línea?

—Todos sabemos que nadie tiene el puesto asegurado, el que esté bien va a jugar y tenemos que rendir semana a semana. El equipo puede ir variando porque tenemos grandes jugadores, todos esperando su chance. Pipo nos dijo a los defensores que brindemos seguridad y tranquilidad para el equipo, que no hagamos locuras, si se puede jugar jugamos, y si no, que ­seamos simples.

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