El equipo Alpine podría recibir una penalización en el próximo Gran Premio de Azerbaiyán.
Al margen del flojo desempeño que viene teniendo en la temporada de Fórmula 1, el motor del Alpine número 43 que maneja Franco Colapinto ya tiene cuatro carreras consecutivas de uso sin modificaciones. Esto implica que ya llegó al límite de componentes utilizados a lo largo de la temporada y por esta razón podría ser penalizado si el equipo los cambia.
El piloto argentino arrastra la herencia de Jack Doohan, que en seis carreras con ese A525 hasta el GP de Miami se gastó hasta tres de los cupos en algunas partes del impulsor fabricado por Renault (MGU-H y turbo), cuando el límite es cuatro.
Las unidades de potencia actuales tienen motor de combustión interna (ICE), unidad generadora de calor (MGU-H), unidad generadora de motor cinética (MGU-K), el turbocompresor (TC), el almacenamiento de energía (ES), la “centralita” electrónica (CE) y el escape (EX).
Según el reglamento, un auto no puede utilizar más de cuatro ICE, MGU-H, MGU-K y turbocompresores al año. Y Colapinto ya va por el quinto de todos, además con una degradación importante acumulada tras los grandes premios de Bélgica, Hungría, Países Bajos e Italia.
A su vez, componentes más frescos podrían significarle una ventaja para la siguiente cita en Singapur, el 5 de octubre en un trazado más técnico y donde la potencia no es tan preponderante.
Otros pilotos que están en rojo (el documento oficial de la FIA los resalta así) si de motor se trata son Lewis Hamilton (Ferrari), Yuki Tsunoda (Red Bull), Kimi Antonelli (Mercedes), Fernando Alonso (Aston Martin) y Liam Lawson (Racing Bulls). A Pierre Gasly, compañero de Colapinto, le queda un recambio dentro de lo permitido.
Por todo esto, está claro que a diferencia del año pasado cuando le tocó debutar con Willams, este no es el mejor año para el piloto de Pilar.