Con la continuidad del entrenador confirmada, el Pincha empezó a diagramar la próxima temporada. Menos improvisación, más planificación y una apuesta fuerte por los juveniles marcan el plan consensuado entre Eduardo Domínguez y la dirigencia para un 2026 cargado de competencia.
Estudiantes empezó a ordenar el futuro. Tras un cierre de temporada brillante, con la obtención del Torneo Clausura y el Trofeo de Campeones, la confirmación de la continuidad de Eduardo Domínguez terminó de despejar el panorama y habilitó el inicio formal de la planificación para el 2026. Con el DT ratificado, el club ya trabaja en un proyecto que combina ambición deportiva, equilibrio económico y una mirada más profunda hacia adentro.
El acuerdo entre Domínguez y la dirigencia no solo selló una renovación contractual, sino también una idea de trabajo. Estudiantes afrontará un calendario exigente, con múltiples competencias, y esa realidad fue leída como una oportunidad. La conclusión fue compartida: darle mayor protagonismo a los juveniles surgidos del Country Club de City Bell y ser quirúrgicos en el mercado de pases.
La situación económica del club impone límites claros. En ese contexto, el cuerpo técnico y los responsables del fútbol coincidieron en evitar incorporaciones innecesarias y priorizar el desarrollo interno. El objetivo es sostener la competitividad sin comprometer la estabilidad financiera, una ecuación que Domínguez considera clave tras lo vivido en temporadas anteriores.
La apuesta por los jóvenes no es una expresión de deseo, sino una línea que ya empezó a dar resultados. Casos como los de Román Gómez, Mikel Amondarain o Joaquín Tobio Burgos reflejan un proceso que viene creciendo y que ahora buscará profundizarse. Desde el cuerpo técnico entienden que hay futbolistas con proyección real para competir en Primera y responder en contextos de alta exigencia.
En City Bell creen que el calendario 2026, lejos de ser un problema, puede funcionar como plataforma. Más partidos implican más rotación, más minutos y más oportunidades para quienes vienen empujando desde abajo. La intención es consolidar una base joven, complementarla con referentes y sumar refuerzos solo cuando realmente eleven la vara.
Este nuevo esquema también redefine el rol del mercado de pases. Estudiantes no saldrá a comprar por cantidad, sino por necesidad. La búsqueda estará enfocada en perfiles específicos, con experiencia y jerarquía, que acompañen el crecimiento de los futbolistas formados en casa. Todo bajo una planificación sustentable, consensuada y con objetivos claros.
Con Domínguez firme en el cargo, Estudiantes empieza a construir el próximo capítulo. El desafío ahora será sostener lo logrado, potenciar lo propio y demostrar que el éxito reciente no fue una excepción, sino el resultado de un proyecto que sigue en evolución.