Solo la fórmula de un buen Profesor puede salvar al Lobo de este momento

Como ocurrió hace 30 años cuando Estudiantes se estaba yendo al descenso y lo salvó en siete partidos, Daniel Antonio Córdoba asoma como la única opción potable para sacar adelante a Gimnasia en este momento. La actual CD decidió que Fernando Zaniratto dirija hasta el final del Torneo Clausura.

El Clásico

15/10/2025 - 00:00hs

Por Daniel Profe Córdoba

No me agrada cuando los directores técnicos son cesados en sus cargos. En teoría, fueron elegidos porque sus condiciones se consideraban las ideales tras charlas profundas sobre la realidad del Lobo y su presente. Sin embargo, una vez más, otro cuerpo técnico debe alejarse de Estancia Chica.

Y me hago una sola pregunta: ¿hay un común denominador entre las ideas de juego de todos los cuerpos técnicos desde mi apreciado Chirola Romero en adelante? La respuesta es que sí, lo hay, y es muy claro de ver. Ya sea utilizando el sistema 4-2-3-1, tan de moda, o el clásico 4-3-3, siempre se pensó en controlar el balón, llegar al gol mediante la posesión y, al mismo tiempo, no quedar mal parado en defensa.

Así escrito, parece algo entendible. Pero siempre hay que preguntarse lo más importante: ¿tengo los jugadores capaces de llevar a cabo esas ideas sin correr demasiados riesgos defensivos, que solo se justificarían si tuviera mucho gol en ataque? La respuesta es contundente: ¡Gimnasia no los tuvo nunca!.

Lo pasado ya fue, y si esta nota pretende aportar algo, porque no me gusta quedarme solo en la crítica, propongo algunos pasos concretos como solución inmediata. Realizar dobles turnos para mejorar en todos los aspectos sin sobrecargar al plantel. Trabajar intensamente lo defensivo. Convertir el contragolpe en un arma letal. Ser un equipo durísimo por su garra y su entrega. Hacer valer la localía sin parar un segundo. Perfeccionar lanzadores para la pelota parada y sumar variantes. Lo más básico: definir un equipo titular estable, evitando la rotación excesiva que genera inseguridad y descreimiento.

Quien escribe haría todo lo expresado y mucho más. Ojalá esta reflexión sume, sirva al plantel, a los directivos y a toda la fiel y maravillosa gente de Gimnasia, que siempre está presente.

Recuperar lo anímico, el aspecto clave de Zaniratto en Gimnasia

Con la despedida de Alejandro Orfila, Fernando Zaniratto volvió a asumir como director técnico interino de Gimnasia, esta vez con el objetivo inmediato de alejar al equipo de la zona peligrosa del descenso y preparar el choque más exigente: el Clásico Platense.

Desde su primer día de trabajo en Estancia Chica, Zaniratto mantuvo una reunión con el plantel en el vestuario del Campus Carlos Timoteo Griguol. En esa charla inicial pidió unidad, que todos empujen para el mismo lado y que el equipo enfoquen sus esfuerzos en concretar algo que hasta ahora no ha logrado esta temporada: confirmar la permanencia en Primera.

Luego del intercambio de palabras, los jugadores saltaron al campo para un entrenamiento de aproximadamente dos horas. Realizaron ejercicios físicos de entrada en calor, trabajos específicos con pelota y un bloque de fútbol reducido. Cerraron con el almuerzo en el predio de Abasto.

Más allá de lo táctico, Zaniratto entiende que el momento del equipo demanda una recuperación anímica. El plantel llega golpeado tras caer sobre la hora frente a Talleres, y por delante aparecen partidos decisivos: Estudiantes, River, Vélez y Platense.

Córdoba y un corazón azul y blanco

Daniel Antonio Córdoba esconde una historia de amor y pasión por el deporte con Gimnasia que se remonta a cuatro décadas atrás.

Como un reconocido instructor de natación, el Profe solía darle clases a chicos con capacidades especiales en la pileta del club en el Bosque, además de dar cátedras de nado a jóvenes y adultos que terminaron aprendiendo a nadar en una de las pocas piletas que estaban habilitadas dentro de la zona céntrica de La Plata.

El Profe es recordado por muchos deportistas y exjugadores de Gimnasia que pasaron por el club en la década del ’80, mucho antes de convertirse en preparador físico de Lanús y otros clubes con Miguel Angel Russo como entrenador.

Córdoba volvió al Bosque en diciembre de 1995, casi diez años después de su experiencia como nadador instructor de natación en el Lobo, pero tal como entrenador de un humilde equipo de Estudiantes que peleaba el descenso con 0.40 en la tabla de los promedios. Con poco, y caso de la nada, lo dejó en primera y potenció a jugadores como Martín Palermo o Lionel Scaloni, mucho antes de que estos terminasen triunfando en el fútbol nacional e internacional. Y también peleó un campeonato contra los mejores equipos de Boca y de River de los años ’90, equiparando el potencial de Francescoli o de Maradona, apelando a la creatividad e inventando a jugadores como el Coio Almandoz (un defensor) que hizo jugar como número diez en partidos importantes.

Capacidad es la que sobra. Ganas, aprendizaje y pasión también.

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