Super Bowl LVI: las impactantes sumas de dinero por publicidad

Este domingo se llevará a cabo una nueva edición del Super Bowl con la apasionante definición del fútbol americano. La misma será entre Cincinnati Cardinals y Los Ángeles Rams en el SoFi Stadium de California.

La exposición del gran partido final de la NFL paralizará a toda la sociedad norteamericana como lo viene haciendo desde 1966, cuando se creó este prestigioso evento deportivo, que como se acostumbra, movilizará millones de dólares.

El Super Bowl 56 contará con varias marcas de diversos rubros que invirtieron una suma importante de dinero como estrategia de marketing, en lo que representa una disputa de todos los años entre las firmas más relevantes del mundo para pertenecer al evento.

Pero la publicidad en el espacio televisivo no es para cualquier empresa, ya que el valor de un solo segundo en la pantalla es de 216 mil dólares. La cadena de televisión NBC Sports es la propietaria de los derechos y la encargada de la coordinación de la transmisión. Para este 2022, se preveía que los anuncios por 30 segundos oscilarían entre los 5,8 millones y los 6,2 millones de dólares. Sin embargo, el precio final que se fijó fue de 7 millones de dólares.

En la edición pasada, el precio máximo ofertado fue de 5,5 millones de dólares, pero este año, pese a las elevadas tarifas, el Super Bowl 56 superó las cifras récord al vender diversos espacios publicitarios por lo que ya no queda más lugar para vender. El domingo, todas las miradas apuntan a un solo lugar y las marcas no quisieron perder dicha oportunidad.

Pero los precios elevados no solo alcanzan a las empresas sino también al público. Se registró que los boletos para presenciar el evento son los más caros de la historia con un promedio de 7.542 dólares, según el revendedor de boletos TickPick.

Aún así, los precios han bajado desde un promedio de $8.257 dólares por boleto el 4 de febrero, dijo la compañía. El costo se redujo después de que los San Francisco 49ers perdieran ante los Rams en el juego de Campeonato de la NFC el 30 de enero. Eso significó que los fanáticos de San Francisco ya no vieron la necesidad de trasladarse para asistir al juego.