Regresa la NBA: entre las viejas estrellas y el recambio generacional
La liga de básquet más competitiva del mundo volverá a picar la pelota. El Clásico te presenta el análisis más completo.
Fue un nutrido programa de 14 carreras que contó con la presencia de público con los protocolos correspondientes.
23/12/2020 - 00:00hs
Por Galopón
Penúltima reunión del año la de ayer en la pista del Barrio Hipódromo. Un 2020 que difícilmente se pueda olvidar por el resto de nuestras vidas. A la hora señalada, cuando las manecillas del reloj indicaban que había pasado una hora del mediodía, se largó el cotejo inicial y el de desquite cuando el sol comenzó a recostarse en el horizonte.
Fue un nutrido programa de 14 carreras que contó con la presencia de público con los protocolos correspondientes.
Temprano, en el tercer turno, se disputó la carrera más importante, el Clásico Oswaldo Aranha (L-1.600 mts.), reservado para todo caballo de 3 años y más edad, a peso por edad.
Dominador de la carrera desde el pique hasta la raya fue Cappello, que defiende los colores de la eficiente caballeriza mendocina La Frontera.
Al momento de cruzar el disco, lo hizo con la friolera de siete cuerpos de luz sobre King Newton, que la escoltó bien de lejos. Completó el podio Roman Julius y le resto llegó como pudo.
El desarrollo
En buen momento se abrieron los partidores para los seis competidores. Amagó Quil Hero en hacerse cargo de la punta, pero la misma idea tuvo Cappello que enseguida la empardó y luego de un corto apareo, este último se quedó enseñando el camino en soledad, enfilando tercero King Newton y luego Tornazolado, Roman Julius y Luck Joy, en ese orden.
Al final del opuesto, Cappello mantenía un largo y medio de luz sobre Roman Julius y King Newton, que eran los competidores que más cerca tenía.
En el codo de Tolosa, Francisco Leandro Goncalves le dio un resuello a su conducido y pareció que los dos rivales que lo seguían se habían acercado a su línea. Sin embargo, bastó que pisaran la recta para que Cappello, con potentes brazadas, se fuera alejando de sus rivales para cruzar el disco en forma desahogada.
Excelente demostración del ejemplar que presenta Rosana San Millán, pero que en verdad cuida su padre Don Isidoro que completó el recorrido de la milla en el buen registro de 1m.35s.87c.