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Un partido y un balance…
Estudiantes quedó obligado a revertir la serie contra el Barcelona de Guayaquil por la Copa Sudamericana antes de que el cuerpo técnico y la dirigencia realicen el balance de medio año, que se viene postergando. Los refuerzos que se pretenden sumar y las repercusiones tras las declaraciones de Eduardo Domínguez.
De manera simultánea a las turbulencias que tuvo el avión que trajo de regreso a los jugadores al país luego de perder contra el Barcelona de Guayaquil, en Estudiantes se viven horas decisivas para el plantel profesional y el cuerpo técnico.
El resultado de Ecuador dejó al equipo al límite de sus posibilidades para clasificar a los octavos de final de la Copa Sudamericana y obligado a revertir la llave el martes en el estadio de Uno, ya que de lo contrario la campaña en la Sudamericana no habrá cumplido con los objetivos trazados. Esta situación constituye un replanteo interno en cuanto a las decisiones que ayer empezó a tomar el técnico Eduardo Domínguez de cara a otro partido: el de mañana contra River en le estadio Monumental, en el contexto de posible escenario festivo para el equipo local ante la inminente consagración en la Liga Profesional.
En La Plata muchos hinchas se han expresado a favor de que el Pincha no se convierta en el denominado “Pato de la boda” para cumplir y asistir a posibles festejos en la cancha de River, sino más bien que vaya al Monumental con firmes intenciones de ganar los tres puntos más allá de lo que ocurra esta noche con Talleres de Córdoba, que podría incidir a favor o en contra de las intenciones del Millonario. Sin embargo, todo hace indicar que el técnico impulsará una fuerte rotación de jugadores, a los fines de “guardar” lo mejor que tiene para el choque del martes.
Es allí en donde le técnico podría quedar preso de sus palabras, ya que el sábado pasado volvió a repetir una idea que tiene en su cabeza desde hace mucho tiempo: no le convence la totalidad del plantel profesional, reclamó un recambio a la dirigencia y por ende, en el caso de que haya rotación ante el Millonario, pondrá un equipo que bajo su punto de vista, no será el más competitivo que pueda presentar Estudiantes, de acuerdo a lo que explicó el sábado cuando se refirió a los jugadores que no son titulares.
“Teníamos que cuidar piernas”, explicó el entrenador en alusión a los cambios que había ensayado contra Racing pensando en el partido de la Copa Sudamericana ante el Barcelona. Esta decisión no terminó influyendo en el positivo resultado final que se pretendía alcanzar en Ecuador y el Pincha quedó a mitad de camino entre cerrar una buena campaña en la Liga Profesional o arriesgar a todo y quedar al límite de la eliminación en la Copa el próximo martes.
Por todo esto, más allá de lo que ocurra en la cancha del Pincha ante el Barcelona, en la segunda quincena de julio que arrancará mañana la dirigencia y el cuerpo técnico van a mantener varias reuniones para hacer el típico balance de mitad de año y buscar mejorar el plantel para la segunda mitad del año con los jugadores que pretende incorporar el actual entrenador.
En la misma reunión, según pudo saber este diario, se van a trazar nuevos objetivos, metas y se va a fijar como prioridad pelear un torneo (podría ser la Copa de la Liga Profesional que arranca en agosto o la Copa Argentina), en el caso de que el equipo no pueda avanzar y quede en el camino en la Sudamericana.
La prioridad para la dirigencia es cerrar el año agotando todas las instancias para ganar un campeonato, y de esta manera lograr dos cosas: empezar a cerrar un ciclo dirigencial exitoso, ya que se termina el mandato del actual presidente Gorostegui, de la mano con el cierre de la carrera de Mariano Andújar y Mauro Boselli, dos referentes que tiene el plantel profesional y que a fin de año podrían dejar de jugar en el caso de que el equipo gane un título logrando una despedida exitosa.