¡Viva la patria futbolera y resultadista!

 

Por Juan Pablo Ferrari
Enviado especial a Brasil 2014

Argentina hace historia y por quinta vez jugará la final de la Copa del Mundo. En una electrizante definición por penales, el equipo de Sabella eliminó a Holanda y acentuó la ilusión de todo un país que el domingo velará por repetir la hazaña del ’86 

Un un país lleno de angustias y conflictos, el fútbol es capaz de aportar esa gran cuota de felicidad saludable y necesaria. Argentina se olvidó ayer de la crisis del 2001, de la devaluación, de la corrupción política y también de los fracasos mundialistas del ’94, ’98, 2002, 2006 y 2010.  

El pueblo salió a la calle a festejar, porque después de 24 años Messi, Sabella y Romero pusieron otra vez al equipo entre los dos mejores del mundo.  Con disciplina táctica y traje de guerrero, el equipo nacional achicó los espacios y se consumió al fantasma de la eliminación tempranera. 

Robben quedó preso del “tacticismo sabelleano” y tanto Mascherano como Demichelis jugaron una verdadera final. Argentina, que no contó con el mejor Messi, se las ingenió para contener y aplacar  psicológicamente al rival. 

Sabella no sólo terminó con el “cuco” llamado Holanda, sino que también fue capaz de mantener la calma y la serenidad en los momentos más delicados.  Tras un arranque ordenado de los europeos, la Selección pudo inclinar la balanza en el primer tiempo, terminando mejor parado en la cancha. Un remate de Rojo, una definición fallida de Higuaín y un cabezazo de Garay prolongaron el suspenso para la parte final. 

Holanda volvió a tomar la iniciativa en el segundo tiempo, pero nunca logró ser ese verdugo que esperan los 200 millones de brasileños en este país. Si algo le faltaba a la humillación del martes era que Argentina juegue la final en el mítico Maracaná, instancia a la que llegó después de apelar a las corridas de Mascharano para anular las escuetas combinaciones de Robben con Sneijder; a la simpleza de Demichelis, y al desgaste de Enzo Pérez. 

Ni siquiera en la definición por penales Argentina se permitió improvisar y sacó a relucir los pergaminos de una escuela que le hizo culto al trabajo y que ingratamente fue tildada de “anti-fútbol” durante más de cuatro décadas. 

“Juanjo Romero tenía una carpeta así de gorda con los datos de todos los jugadores que podían patear penales en el rival”, remató Sabella con altura, casi humillando a quienes hace tres semanas sugirieron que Messi estaba “peleado con él”. 

Que Argentina sea finalista de un Mundial no es una casualidad… 

Que hasta el momento no haya perdido ningún partido en la Copa del Mundo, tampoco... 

Que haya dejado atrás las apuestas en su contra, mucho menos…. 

Todo es consecuencia de una patria futbolera y resultadista que volvió a conseguir lo que otras corrientes de opinión no lograron. 

El domingo a las 17, Argentina va a definir el Mundial.  Si bien los componentes de las clases acomodadas de una sociedad ven con reticencia mezclar la patria con el fútbol, en el Día de la Independencia argentina todos terminaron festejando con la Selección albiceleste. 

Por quinta vez en la historia el equipo nacional jugará una final del mundo, algo que no ocurría desde Italia 1990. 

El equipo de Sabella eliminó por penales a Holanda y desempolvó la mística que hace 24 años llevó al combinado de Bilardo a jugar el partido decisivo con Alemania. 

Hoy, con el mismo rival enfrente, nadie se anima a desterrar la ola de pesimismo que se había instalado en la primera semana de junio cuando toda la delegación nacional se había instaló en el búnker del Atlético Mineiro, Cidade do Galo. 

En el Día de la Patria, Argentina hizo historia en el Mundial. 

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