San Pablo de la patria

 

Por Juan Pablo Ferrari
Enviado especial a Brasil a 2014

Miles de compatriotas pasaron el Día de la Independencia en San Pablo vibrando con el partido de la Selección. Presencia platense en el estadio y en el centro de la capital paulista

Pasar el Día de la Independencia afuera de la República Argentina implica experimentar el nostálgico recuerdo del asado en familia. 

El cumpleaños del tío Héctor a la distancia, por ejemplo, no es lo mismo que la sobremesa en Villa Argüello, con postre incluido, mates y pasteles fritos. 

Para miles de argentinos ayer fue un día muy especial. En San Pablo no se conoce el dulce de leche y la derrota de Brasil les sacó las ganas a los paulistas de salir a la calle. Por tal motivo, los compatriotas que llegaron hasta la capital del estado más importante de Brasil le aportaron un colorido especial, a pesar de que el día gris cubrió todo el cielo hasta que comenzó a llover en medio de la bruma y el smog paulista.

Desde el mediodía, Gastón Starna, un estudiante de diseño gráfico de la Universidad Nacional de La Plata, marcó presencia albirroja en el Fant Fest de la FIFA instalado en el centro de San Pablo. 

Junto a su hermano Nicolás (que vive en Misiones y tiene previsto seguir venir a estudiar a La Plata el año que viene) no dudaron en mostrar orgullosos la camiseta de Estudiantes entre cientos de brasileños que empezaron a alentar por Holanda. 

Desde Córdoba, incluso, Gustavo Albarracín se pintó la cara y posó con un hincha holandés que no consiguió entradas y tuvo que seguir el partido por la enorme pantalla gigante que instaló la FIFA para el público. 

En el trayecto de la línea roja del Metro de San Pablo que conduce al estadio Arenas Corinthinas, una familia de brasileños vestida para la ocasión aseguraba alentar a la Selección de Sabella, en contrasentido a una pareja paulista que decidió comprarse pelucas naranja para alentar al combinado europeo. 

A metros del estadio, en tanto, Gustavo de Los Hornos posó junto a la bandera del diario Hoy con un grupo de amigos que llegaron especialmente para ver el partido. 

Todos, al fin de cuentas, vivieron un feriado especial a la distancia. Lejos de las tradiciones, pero cerca del equipo de Messi y la pasión que despierta el fútbol tanto en Brasil como en Argentina.   

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