En un repaso histórico por los ciclos, personajes y figuras que marcaron un momento de la TV argentina, diario Hoy recuerda en esta ocasión a la novela que catapultó a Catherine Fulop y Fernando Carrillo, pareja que traspasó la pantalla.
Bajo el guión de un grupo de dramaturgos especializados como Elizabeth Alezard, Alberto Gómez, Mariana Luján, Amparo Montalva y María Helena Portas, la novela Abigail fue dirigida por Tito Rojas entre 1988 y 1989. Su emisión inició en Venezuela para a principios de los 90 llegar al resto de los países de Latinoamérica.
Con un elenco estelar, la ficción fue protagonizada por Catherine Fulop y Fernando Carrillo. Ese amor traspasó la pantalla: vivieron un noviazgo breve para consumar su amor en una ceremonia por el registro civil y la Iglesia Católica. Este dueto, que fue un éxito inmediato, logró ser contratado para otros proyectos, donde siempre interpretaron a una pareja con vicisitudes del romance y los desencuentros típicos. Vale mencionar que el elenco termina de completarse con las actuaciones de Hilda Abrahamz y Roberto Moll.
La novela en cuestión narra una historia que luego será reversionada a mediados del 2000, con una pareja más joven.
Sucede que la joven Abigail pertenece a una familia de altos recursos y se enamora de un profesor llamado Carlos Alfredo, que le imparte clases de Literatura en una escuela de educación cristiana. La adolescente centra su atención en el hombre, lo seduce e inician una relación amorosa secreta que culminará en un embarazo no deseado. Tras dar a luz, ella padece un episodio de estrés postraumático, regala al bebé a una taxista que pasa por su camino y la vida dará un giro inesperado.
Luego del suceso, el amor llega a su fin, cada uno sigue su camino e inician otras vidas. Una noche, la mansión de Abigail es intervenida por un robo a manos de su hijo no reconocido. Esto dará un puntapié para que la historia vuelva a sus inicios, los protagonistas dejen a sus parejas y elijan volver a frecuentarse para sellar el amor familiar.
Luego del éxito de la novela, la pareja de la vida real conformada por Carrillo y Fulop fue tentada para trabajar en la Argentina. Los roces ya habían desgastado el vínculo y el viaje solo aceleró el proceso de separación. Luego, ella se enamoró del galán argentino Osvaldo Sabatini, inició un amor que dura hasta nuestros días y formó una familia con dos hijas.