Blanco y negro: un clásico de la pantalla chica que terminó en tragedia
En el contexto de un repaso histórico por los ciclos, personajes y figuras que marcaron un momento de la TV, diario Hoy recuerda la serie norteamericana.
Hace casi cuatro décadas Blanco y negro llegaba a las pantallas de Latinoamérica y Estados Unidos. Lejos de mostrar situaciones comunes, esta narración causó sensación y duró ocho temporadas al aire.
La historia empezó con la vida de un millonario residente de Nueva York llamado Phillip Drummon, interpretado por un consagrado actor: Conrad Bain. Este vivía junto a su hija mayor, Kimberly (Dana Plato) y un ama de llaves muy divertida que siempre daba para hablar gracias a sus humoradas y ocurrencias insólitas.
Ella tenía dos hijos varones y vivía en Harlem. Estaba separada y con los menores a cargo haciendo todo lo imposible para salir adelante, pero una enfermedad terminal la alcanzó. Así, los chicos, Willys (Todd Bridges) y Arnold (Gary Coleman) terminan siendo adoptados por el hombre. Con el transcurso de los años, la familia fue evolucionando y el viudo conoció a una mujer que tiene un niño pequeño; así ensamblaron la familia.
El programa daba cuenta de temáticas como la segregación social, la postergación de los derechos, la pedofilia, la bulimia y el acceso a los bienes. El personaje icónico era Arnold, que siempre decía “¿De qué estás hablando, Willys?” ante las ocurrencias de su hermano mayor. El personaje de Kimberly fue llevado a cabo por Danna Plato, una patinadora que tuvo numerosos contratiempos a lo largo de su carrera. A mediados de los años 80 se convirtió en madre y se casó. Luego de la serie, participó de filmes independientes, posó para revistas eróticas y terminó su vida debido a una adicción a las drogas.
El hombre más mayor del clan no pudo salirse de su personaje tras el final de la serie. Si bien continuó trabajando como actor, no llegó a lograr la misma fama en otros proyectos.
La ama de llaves, Charlotte Rae, puso manos a la obra como la responsable de tener la casa en orden, de cuidar a todos y dar consejos memorables. Su calidez conquistó el corazón de los televidentes. También trabajó en The worst witch, 101 dálmatas: la serie, The king Of Queens y Los hechos de la vida.
La única persona del elenco principal que aún permanece con vida es Todd Bridges, que le daba vida al entrañable Willys. A lo largo de la adolescencia, el muchacho fue acusado de traficar drogas, de dos intentos de asesinato y también permaneció en la cárcel por otros delitos como asalto con un arma de fuego. Sin embargo, gracias a los servicios de Johnnie Cohran, abogado de O.J. Simpson, pudo salir. Por otro lado, el hombre formó parte de una fundación que ayuda a superar adicciones.
Janet Jackson interpretó a la novia de Willys por varias temporadas. La transmisión de valores, mensajes positivos y la empatía con los problemas imperantes fue la arista más importante del show.
Ante la muerte de la mayoría de los integrantes del elenco, este programa fue bautizado bajo el mote de “maldito”, teniendo en cuenta las desgracias que rodearon a las estrellas cuando finalizó el rodaje. La serie es transmitida por los canales de cable y también está disponible en el universo digital.
Gary Coleman: ascenso y caída del ídolo
Gary Coleman, el protagonista absoluto de Blanco y negro, parecía un niño, pero padecía una enfermedad en la vida real que lo dejó sin atravesar la etapa de crecimiento y también con inconvenientes crónicos que lo hacían internarse. Además, sufrió dos intentos de suicidio y murió cuando atravesaba sus 40 años. A pesar del fin de la serie, tuvo sus momentos de éxito en otras producciones y películas. Asimismo enfrentó en la corte a sus padres debido a no poder acceder a la fortuna que cosechó al ser un menor de edad. Se casó, fundó una familia, y también probó suerte en la política, aunque no obtuvo resultados resonantes. En la clásica serie animada Los Simpson, tuvo una participación en uno de los episodios, en los que se lo mostraba como guardia de seguridad, una de sus últimas profesiones.