Call me by your name: la historia por sobre las estrellas

Después de la última entrega de los Óscar, en la que Moonlight obtuvo la estatuilla como mejor película, la puerta se abrió para muchas producciones sin tanto peso. Entre ellas, este año apareció una coproducción entre Francia, Italia, Brasil y Estados Unidos bajo el nombre de Call me by your name.

La historia se ambienta en una ciudad al norte de Italia, donde un joven norteamericano (Armie Hammer) viaja para estudiar y es hospedado en la casa de su profesor. Allí, comienza una historia romántica con el hijo de su maestro (Timothée Chalamet), que a los 17 años está descubriéndose a sí mismo.

Con un notable tratamiento de la fotografía, en escenarios que reproducen la Europa de los 80, la historia atrapa desde la primera escena. A lo largo de 130 minutos, el filme desarrolla los detalles de la relación entre sus dos protagonistas, que contagian pasión e intensidad.

¿Por qué puede ganar?

Es un año difícil para los jurados. No hay claras favoritas a la mejor película y las nueve competidoras tienen algo que las destaca.

En el caso de Call me by your name, el vínculo que se genera entre los protagonistas es un puente que se transmite al espectador. Con una musicalización grandiosa y, como ya se dijo, una hermosa fotografía, la producción de Luca Guadagnino  demostró que no necesita un cartel lleno de estrellas o un gran presupuesto (costó 3,5 millones de dólares) para hacerse un lugar entre las candidatas.

Denzel Washington batió su propio récord

Con la nominación que recibió gracias a Roman J. Israel, Esq., Denzel Washington sumó la octava candidatura de su carrera.

Así, estira la ventaja como el intérprete afroamericano más nominado en la historia de los Óscar. Vale recordar que la primera persona de color en ganar una estatuilla fue Hattie McDaniel, como mejor actriz de reparto en el filme Lo que el viento se llevó.