entrevista

Kate Winslet: “El mayor reto fue sentirme completamente presente en set”

La exitosa intérprete se pone tras las cámaras por primera vez para dirigir una conmovedora propuesta.

Goodbye June, que ya se puede ver en Netflix, es la primera película dirigida por Kate Winslet, quien cuenta una historia de despedida y resiliencia, protagonizada por ella misma y Helen Mirren, entre otros. Hablamos en exclusiva con ella para saber más de la película.

—Tenes una larga carrera y seguro viste trabajar a directores y directoras todo el tiempo. Por eso me gustaría saber si, en esta ocasión, en la que estabas detrás de las cámaras ¿cuál fue el mayor reto para vos?

—Creo que el mayor reto para mí fue sentirme completamente presente mentalmente para cada una de las personas que estaban en ese set, ya fuera un actor o un miembro del equipo. Ser capaz de escuchar a todo el mundo y tener en cuenta todo lo que cada uno necesitaba, responder a todas esas preguntas. Desde que hice Goodbye June, mis amigos actores me han dicho Dios mío, ¿cómo pudiste lidiar con todas esas preguntas interminables todo el tiempo? Pero pude lidiar con ello. Y creo que tal vez mi propia capacidad como actriz para tener realmente en cuenta a todas y cada una de las demás personas de la escena, eso realmente se trasladó a mi faceta como directora. Y pude tener en cuenta a más personas y asumir aún más responsabilidad. Y, de hecho, la sensación de multitarea y visión de futuro que fui capaz de tener, incluso a mí me sorprendió lo que me gustó. No me sentí abrumada por ello en ningún momento. Lo único que me abrumaba era pensar Dios mío, tenemos que aprovechar cada día. Porque si no hubiera conseguido una escena determinada, quizá nunca la habría conseguido, quizá nunca habría podido llevarla a cabo al día siguiente porque simplemente no había tiempo. Así que, ser capaz de trabajar de forma realmente eficiente, estar muy preparada, pensar con antelación, planificar las cosas por adelantado con mi director de fotografía, por ejemplo. Sabíamos que había grandes escenas, como la cena de Navidad al final, el pesebre, el momento en que June muere, ese largo retroceso que hacemos desde la cama. Lo había planeado con muchísima antelación y habíamos ido a esos espacios los fines de semana y lo habíamos bloqueado técnicamente, asegurándonos de que teníamos todo lo necesario en su sitio, para no perderme ninguna de las escenas importantes. Porque, en realidad, esas escenas son tan importantes para la historia que sabía que no podía dejarlas para el último momento. Así que tenía que estar muy, muy preparada.

—¿Qué habilidades o instintos consideras más esenciales? Aquellos en los que más confías personalmente…

—Tengo que decir que con Goodbye June, lo que descubrí al dirigir es que, en realidad, en mi vida personal, crear una familia y mantener a esas personas conectadas y unidas es lo más importante en mi mundo. Y, de hecho, como directora, lo que realmente descubrí es que eso es muy similar en un set de rodaje. Y siempre lo he sentido así como actriz. Pero como directora, fue maravilloso poder dar un paso más allá y no solo hacer que los actores adultos se sintieran seguros, escuchados y confiados, sino también a los niños. Porque en Goodbye June, lo que sabía era que con siete niños iba a ser imposible, y de hecho una locura, intentar que cualquiera de ellos se aprendiera el guión. Porque no se puede conseguir que los niños actúen, a menos que sean muy, muy talentosos. No puedes hacer que actúen. Pero pueden ser versiones de sí mismos dentro de los personajes que interpretan. Así que lo que hice fue tomar lo que creo que he aprendido como madre y llevarlo todo al set de rodaje.

Noticias Relacionadas