Durante una charla con este multimedio, la artista internacional precisa los detalles de su nueva obra y además presenta el concierto que dará en este suelo.
En estos tiempos, Florencia Ruiz puso manos a la obra para componer y producir Aullido, un disco con canciones de su autoría que estará presentando el 12 de noviembre, a las 21, en 55 entre 17 y 18.
Durante una charla con este multimedio, la artista recorrió su vasta trayectoria, detalló las vicisitudes de la producción y enunció las giras que darán en el contexto de promoción de su disco.
—¿Cómo fue el proceso de componer y producir este disco? ¿Qué detalles podés revelarnos?
—Fue muy poco pensado, es bien visceral este disco titulado Aullido. Sucedió que tenía unas canciones compuestas, aunque ninguna cerrada y lo fui armando en el estudio de mi amigo Mariano Keselman que, además de prestarme el espacio y oficiar de técnico, puso a disposición todos sus instrumentos. Por otra parte, hay tres canciones que están compuestas directamente en el estudio de grabación, realmente fue dejarle lugar al deseo y no seguir ninguna regla más que la de jugar y disfrutar, ese es el motor de Aullido.
—¿Qué melodías y sonidos ponés en juego para esta producción reciente? ¿Decidiste innovar o fue sin seguir ningún patrón?
—Es un disco que es tirado por el carro de la guitarra y la voz. Además, luego aparecen muchos instrumentos que me permitieron ser otra vez una niña, ya que no sé tocarlos. Por ejemplo, tales como hammond, moog, melotrón, percusión, melódica, piano. En relación a las melodías, no sabría cómo explicarlas, es por ello que ¡los invito a escucharlas!
—¿Con qué participaciones cuenta este disco? ¿Por qué los elegiste?
—Aullido está compuesto, producido y tocado por mí, no hay invitados en cuanto a lo estrictamente musical. Lo que sí tuve fue un superequipo aullador (de primera línea te diría) que hicieron crecer al Aullido, es decir, profundizar su viaje en el aire y en el cosmos. Por ejemplo, entre las personas que trabajaron en este proyecto se puede enunciar a personas como Nora Lezano, que, con su genialidad, puso manos a la obra e hizo una tapa tremenda. Por su parte, Mariano López en el mastering le dio al audio una vuelta de tuerca muy hermosa, sensible y artística para que luego Ale Leonelli trabaje en el diseño, Mariano Keselman, Marcelo Lupis y Norberto Villagra en grabación y Lupis también en mezcla, están presentes en la obra. Siempre que pensamos en trabajos en solitario, nunca es tan así, sucede que sola no se puede nada.
La vuelta al ruedo entre las diagonales
—¿Cómo vivís esta vuelta a los escenarios con la apertura paulatina de las actividades culturales?
—Con mucha alegría e ilusión, pues la vida continúa sin shows, pero quienes amamos esta actividad no podemos vivir sin realizarla, no somos las mismas personas. Así que ya voy descorchando. Además, la chance de poder tocar en lugares tan queridos es muy hermoso, una fiesta.
—¿Cuáles son las energías que te rodean antes de cada concierto?
—Preparo cada show del mismo modo, con mucho compromiso, entrega, estudio, dedicación y alegría. También hay nervios y sentimientos encontrados pero es todo parte de lo vital.
—¿Qué relación te une a la ciudad de La Plata?
—La Plata es una ciudad siempre joven, con propuestas, luminosa diría. Es realmente inspiradora, mágica. Estuve un par de semanas atrás y volví con el deseo de visitarla más seguido, por lo tanto me une el amor, eso que no se puede explicar. Además tengo amigos y familia allí.