Tras hacerse conocido como “el fan de Wanda Nara”, Mariano De La Canal se convirtió en actor, productor teatral y referente filantrópico con una impronta divertida.
Nacido en San Fernando, Provincia de Buenos Aires, Mariano De La Canal creció admirando los contenidos de la televisión argentina y a las estrellas de la farándula vernácula.
En toda la historia de la mediática Wanda Nara, Mariano De La Canal fue un noble admirador que ganó fama por sus insistentes apariciones públicas. En este sentido, él ganó popularidad por tales hazañas y se convirtió en un personaje entrañable delante y detrás de las cámaras en los programas de entretenimiento de aquél entonces.
Asimismo, cuando el furor de Wanda pasó a otro plano por la vorágine cotidiana y el bajo perfil que eligió para su vida, Mariano participó en el certamen Soñando por bailar y actuó en obras relevantes en temporadas de verano.
Creciendo a pasos agigantados como intérprete y productor de contenidos, el muchacho dialogó con este medio sobre la actividad filantrópica que lleva a cabo en el presente, el sueño del programa propio y las expectativas a futuro.
—A partir de tu lanzamiento a la fama y popularidad como fanático de Wanda Nara, ¿cómo construiste un sello propio en relación a la profesión artística?
—Lo logré siendo auténtico. Es decir, pasé de ser fanático de Wanda a admirarme a mí mismo. Sucede que cuando ocurre, querés crecer, reinventarte, progresar. Entonces, fue fácil construir un sello propio porque soy fiel a lo que quiero, me muestro como soy, no tengo caretas que, en este ambiente, está lleno. Soy transparente y frontal, muy buena persona.
—Se viene una producción sobre la blonda actual empresaria y manager de su esposo, Mauro Icardi. ¿Te convocaron para participar?
—Tuvimos un acercamiento a la productora responsable, aunque aún no sabían cuál era la señal de streaming por la que se iba a transmitir. Ellos llamaron a mi representante, pero debido a la pandemia no hay mayores detalles. Ojalá podamos retomar ese proyecto cuando las cosas estén mejor en este mundo.
—¿Estás pensando en regresar a tu labor sobre las tablas o la pantalla chica?
—Me encantaría ser anfitrión en mi propio talk show de quilombos familiares. Estoy colaborando en “Sábado Solidario”, un objetivo que empezó con la pandemia, donde se entregan 300 viandas durante el día a todos aquellos que no tienen para comer. Es una labor linda y fuerte que se hace a pulmón y todo aquél que quiera aportar su donación, bienvenido sea.