Entrevista Exclusiva
Joaquín Berthold: “El actor tiene que generar movimiento”
El público lo conoce por sus trabajos en Violetta, Juacas y ATAV, entre otros. Joaquín es un actor “todoterreno” que se anima a explorar los límites de la interpretación.
En vez de renegar del rótulo de galán, Joaquín Berthold se animó a trabajar en programas masivos como Violetta, Juacas, 100 días para enamorarse o Argentina, tierra amor y venganza (ATAV).
También se hace su tiempo para encarar obras independientes, cine, hacer hockey y combinar con su amigo Luciano Cáceres el placer de hacer puestas. En diálogo con diario Hoy Berthold adelantó sus próximos proyectos y sus deseos poscuarentena.
—¿Cómo te agarró la cuarentena?
—Volví de Italia el 19 de febrero, fui a Austria a filmar la película de Helmut Ditsch, y justo el primer caso en Italia se detectó ese día. Después iba a continuar este proyecto en Bolivia en abril, que ya se pasó para marzo del año que viene, y en Viena en mayo, que esto ya se pasó para diciembre, pero hay que ver cómo se da todo, y además había empezado a grabar Separadas, ocho capítulos, pero luego levantaron el programa.
—Estrenaste película en cuarentena…
—Sí, Madre, de Amin Yoma, los productores decidieron frente a esto, ya que también los festivales se cancelaron, presentarla en Watch Movies Now, una plataforma oficial de YouTube estrenarla ahí, para darle movimiento y que esté girando, aprovechando que hay mucha gente en las casas y que a veces darse el tiempo para ver es medio complicada.
—¿Cómo fue la génesis de Madre?
—El director quería hacerla, los tiempos del Incaa más hace un año y medio, eran complicadísimos. Decidimos armarla, llamamos a Flor Benítez, que es como mi hermana de la vida, trabajé con ella cinco años en Violetta, está Daiana Provenzano. Armamos un equipo, que si bien sabemos que no vamos a cobrar generamos movimiento, y cuando llega a Youtube y la ven tantas personas sabemos todo el esfuerzo detrás. Sé que de eso me surgirán otros proyectos.
El actor tiene que generar movimiento, no es que un productor levanta un papelito para llamarte es porque hiciste algo para que eso suceda. El actor cuenta historias, no estás salvando como un médico a nadie, si te conmovés y conectás es buenísimo. Javier Daulte dice que nuestro arte es prescindible, y está bien que así sea, y también por eso cuando termine esto vamos a estar en la cola.
Un actor que siempre muta
—Tu perfil se asocia a una TV pasatista, pero en cine y teatro tenes otro perfil ¿es lo que buscás?
—Cuando entré en Disney hice durante 10 años con continuidad varios proyectos. En teatro puedo elegir más lo que quiero como Pieza Plástica, El Ardor, obras muy expuestas. En televisión es más entretenimiento, y uno es un eslabón de la maquinaria, en teatro podés elegir, con Luciano Cáceres, que ya hicimos seis obras juntos, buscamos materiales, lo mismo en cine con él, como Corralón. Lo otro te permite vivir, lo económico está en la tele o en algunos casos del cine.
—Y si te llaman para eso lo hacés sin correrte…
—Claro, hice Bañeros, pero también estuve en El Clan con Pablo Trapero, la gente no piensa en qué va hacer Joaquín, la gente piensa en llegar a fin de mes. Cuando leo una crítica la tomo como que no es a mí directamente. Lo importante es tener continuidad laboral, no ganar premios. Yo vengo también del deporte y trabajo en equipo en todos los espacios, con horarios. Hay que esforzarse y entender que es un trabajo, no invitar a todo el mundo y llenar la sala con amigos, es tu trabajo.
Adelanto de proyectos y más reflexiones
—¿Qué haces en VIP de Eduardo Pinto con producción de José Celestino Campusano?
—El personaje más arriesgado que hice, por la violencia, soy un monstruo, no me es ajeno por haber transitado ya en teatro personajes perversos. Ahí es donde uno expone su capacidad de demostrar que haces otras cosas.
—¿Por qué crees que hay una mirada peyorativa sobre la TV?
—No sé, pero es muy difícil hacer 23 escenas y estar vivo y proponer siempre. A Steven Soderbergh le preguntaron cuál fue el actor con el que mejor trabajó y dijo Jim Carrey porque siempre le proponía algo en escena. Es difícil ir, proponer y estar vivo en lo que haces. Yo salía de Violetta y me iba desde los Estudios Baires en Don Torcuato a buscar a Luciano y nos íbamos al San Martín a hacer Macbeth.