entrevista
Nicolás Artusi: “Lo que más me interesó entonces fue divulgar la cultura del café, no tanto el producto”
El multifacético periodista, que despliega su profesión, presenta un nuevo volumen literario sobre su pasión: el café.
Atlas de café, editado recientemente por Planeta, es el nuevo libro del periodista cultural Nicolás Artusi, quien actualmente también está al frente de Menú del día, en Glup, el streaming de Timeout. Con él hablamos en exclusiva.
—¿Cómo es que vos viste que iba a venir todo un fenómeno sobre el café?
—La verdad es que no sé si puedo atribuirme demasiado al mérito de haber visto. Sí, creo que fue una combinación de factores, como dicen ahora en la sátira política, un poco la vi, por los viajes que yo hice, mucho por el periodismo, aprovechaba en ese momento, cuando empecé con el personaje de Sommelier de Café, yo era editor del suplemento Sí de Clarín y a la vez laburaba en MTV como presentador, lo cual me daba la posibilidad de hacer varios viajes por año, de la época en la que con el periodismo se viajaba. Y entonces, primero fui Suiza a hacer un curso de café en el 2009, nadie hablaba del café de especialidades. Nada, no había nada. Acá Starbucks recién había llegado y había abierto solo un local, y entonces ahí ya me dio mucho que pensar que había un tránsito como del mundo del vino hacia el café. Un par de años después viajé a Australia, y Australia se considera, por lo menos culturalmente, como la cuna de la cafetería de especialidades, porque es donde estalló el boom de la cafetería moderna. Y ahí vi también un montón de características que a nosotros nos resultan familiares de las cafeterías, pero que cuando yo volví las definí como cuevas de café. Era muy distinto de lo que son las cafeterías tradicionales o las cafeterías de cadena. Y también los libros, y estar metiéndome cada vez más en el tema.
—Porque además vos tenés toda otra faceta profesional que podría haber sido por otro lado, especializarte más en algún otro aspecto de todos los que estabas desarrollando, pero fue ir ahí.
—Sí, y aparte hubo un dilema que yo tuve que resolver en algún momento, porque yo empecé con el personaje del Sommelier de café hace 15 años, y enseguida tuvo como mucha repercusión, yo empecé con el personaje hace 15 años, y hace 11 salió mi primer libro, en el 2014. Pero enseguida tuvo mucha, mucha, mucha relevancia. Me invitaron a varios programas y yo por otro lado tenía cursos con 400 alumnos ese año, y tenía como mi vida como periodista de cultura o de cultura joven. Y hubo un momento que fue muy al principio de todo esto que tuve como que tomar una decisión, que era o me hago 100% cafetero empiezo por acá, tengo mi cafetería, eventualmente mi marca de café, o asimilo el café al resto de los consumos culturales a los que yo me dedico. Y a partir de ahí lo que más me interesó entonces fue divulgar la cultura del café, no tanto el producto. Y ese fue el camino que elegí.
—¿Y cómo es seguir avanzando con los libros? Porque este nuevo libro, que es el Atlas del café, recorre y da información sobre los 80 lugares en donde el café es clave, pero lo fuiste pensando y fuiste transitando diferentes lugares. ¿Cómo es esto de ir imaginando una nueva propuesta?
—Bueno, fue un poco también consecuencia de lo que se planteaba en esos años, en esos años originales. Porque cuando yo te estoy contando todo esto, años 2009-2010, me encontré con que había muchísima dificultad para acceder a material sobre el café. En español no había nada, prácticamente. Había un libro de un cubano, había un libro de un turco traducido al español, pero que era más poético que otra cosa, que historiográfico. En inglés no había mucho tampoco. Yo aprovechaba siempre los viajes para ir a librerías y buscar libros de café, y encontraba que había en inglés uno o dos, y entonces ahí dije, en el primer momento, cuando escribí mi primer libro, el libro café, dije, bueno, vamos a contar la historia del mundo organizada alrededor del café. Tenía casi una vocación bíblica. Y después escribí Cuatro Comidas, que es la historia de las comidas, justamente, de los horarios de comida, de los rituales de la comida, pero también organizado muy fuerte alrededor del café. Y después vino el Manual del café, y ahí ya, con el Manual del café, ahí ya dije, bueno, esto ya es el inicio de una biblioteca.. Y ahí pensamos con Tomás Lynch, que es mi editor, el Diccionario y después el Atlas, que tienen la misma factura editorial, el mismo diseño, la misma tapa.
